Luego de meses de una fuerte reducción de personal, General Motors (GM) anunció la suspensión total de la producción en su planta de Alvear, ubicada en la provincia de Santa Fe, durante todo el mes de julio, medida que se suma a la implementación de suspensiones de una semana por mes que se extenderán hasta fin de año.
La decisión responde a la necesidad de adecuar el volumen de exportación del modelo Chevrolet Tracker ante la disminución de la demanda en Brasil, principal destino de las unidades fabricadas en Argentina.
La planta de Alvear es la única en el país que produce la Chevrolet Tracker, un SUV que también se fabrica en Brasil. La estrategia de “modelo redundante”, que implica la producción del mismo vehículo en diferentes países, ha perdido eficacia debido a la caída en las exportaciones hacia el mercado brasileño. Esta situación ha llevado a GM a ajustar su producción local para evitar un exceso de stock y optimizar sus operaciones.

Según informó la empresa, las suspensiones de una semana por mes se aplicarán de manera rotativa desde julio hasta diciembre de 2025. Esta medida fue consensuada con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y busca mitigar el impacto en los trabajadores, quienes serán notificados con antelación sobre las fechas específicas de las suspensiones.
La decisión de GM se enmarca en un contexto más amplio de reconfiguración industrial en la región, donde varias automotrices han debido ajustar sus planes de producción debido a cambios en la demanda y a la competencia de productos importados. En este sentido, la compañía estadounidense busca mantener la sostenibilidad de su operación en Argentina adaptándose a las condiciones del mercado.

Desde la empresa señalaron que, durante el mes de junio se llevarán a cabo tareas de mantenimiento y actualización de la planta. Estas acciones están orientadas a preparar las instalaciones para retomar la actividad con normalidad a partir de julio, siempre y cuando las condiciones del mercado lo permitan.
La situación en la planta de Alvear es seguida de cerca por las autoridades provinciales, quienes han expresado su preocupación por el impacto que estas medidas puedan tener en el empleo y en la economía local. Se espera que en las próximas semanas se realicen reuniones entre la empresa, el sindicato y el gobierno para evaluar posibles soluciones y alternativas que permitan sostener la actividad industrial en la región.