Cuatro acusados de darle muerte a Carlos “Bocacha” Orellano, el joven rosarino de 23 años cuyo cuerpo apareció flotando en el río Paraná en febrero de 2020, serán juzgados este lunes en el Centro de Justicia Penal y podrían obtener penas de entre 17 y 19 años de prisión.
Se trata de dos policías y dos ex empleados de seguridad el boliche Ming River House, que operaba en La Fluvial de la costanera de la ciudad en la época en la que ocurrió el crimen. Los acusados aguardan al lunes para ser juzgados por los delitos de homicidio simple con dolo eventual en grado de coautores.
Los policías, Gabriel Nicolossi de 40 años, y Karina Gómez de 43, suman además a la carátula el delito de incumplimiento a los deberes de funcionario público, con falsedad ideológica.
Convocan a una concentración en el centro de justicia penal por el juicio
En ese marco, la Asociación Civil Bocacha Orellano, que fue creada por familiares y amigos de la víctima, convocó una concentración a las 8:30 en las afueras del establecimiento judicial para acompañar el pedido de justicia “por Bocacha, y por cada pibe y piba que no pudo volver a casa”.
“Luego de tres años de lucha por la Verdad, llegó la hora de que sea Justicia”, expresaron desde la entidad y añadieron: “Bocacha fue asesinado. Con dos agentes de seguridad privada y dos policías acusados como autores, sabemos que fue un homicidio en contexto de violencia institucional y policial”.
¿Cómo fue la muerte de “Bocacha” Orellano?
“Bocacha” Orellano fue a bailar el 24 de febrero de 2020 al boliche Ming, que funcionaba en La Fluvial y donde los imputados cumplían tareas de seguridad privada y, en el caso de los policías, hacían “servicio adicional”.
De acuerdo a la pesquisa, el joven intentó ingresar al VIP del local sin estar habilitado para ello y por eso fue expulsado del lugar. Una vez fuera, los acusados “ejercieron violencia física” en su contra, rodeándolo contra una baranda protectora de la costanera del río.
Como consecuencia del abuso físico, Orellano saltó la baranda y se precipitó a las aguas del Paraná, lo que generó su fallecimiento, sin que el personal involucrado asistiera su rescate ni avisara a tiempo a Prefectura. Su cuerpo apareció flotando a la altura del kilómetro 418 el 26 de febrero.
“Tiempo después de la caída de Orellano al agua”, la agente Gómez dio aviso del hecho a la central de emergencias del 911 y a la Prefectura Naval Argentina, “pero omitiendo informar la verdad del mismo. Y luego, todos los imputados se retiraron del lugar, sin brindar colaboración con las tareas de rescate de la víctima”, señala la acusación fiscal.