El dólar se disparó en el país superando los 40 pesos y el descontento con la política económica del Gobierno motivó que se convocara por las redes sociales cacerolazos simultáneos en distintos puntos de la ciudad.
A partir de las 19 comenzó a agolparse gente en Pellegrini y Buenos Aires, también en San Martín y bulevar Segui. A estas se sumaron otra dos protestas en Génova y Alberdi y en Mendoza y Avellaneda.
Con cacerolas y sin demasiadas pancartas políticas, se manifestaron en reclamo de medidas que contengan la corrida bancaria y en pedido de un freno a los tarifazos. Los autos que pasaron por la zona se sumaron con bocinazos.
La enorme incertidumbre tras la disparada del dólar que llegó a $42, provocó largas filas frente a casas de cambio, y llevó a comerciantes a tomar medidas de urgencia como anticipar el cierre de locales o dejar de comercializar ciertos productos.
Las tiendas de electrónica fueron las primeras en reaccionar haciendo desaparecer los precios de algunos productos, y remarcando en el momento los de otros.