La cruzada de Sergio Gigliotti y su mujer Cristina Morla por obtener la adopción definitiva del pequeño Kiki, un niño que convivió con ellos durante dos años y que hace casi un mes fue llevado a otra familia de tránsito recibió el respaldo de la Iglesia Católica.
Es que este miércoles el matrimonio fue recibido por Monseñor José María Arancedo, arzobispo de Santa Fe, quien los escuchó y prometió apoyo.
"Recibimos el apoyo de él y el compromiso de hacer todo lo que esté a su alcance para resolver la situación de Kiki", inidció Gigliotti después del encuentro en diálogo con la prensa santafesina.
El planteo que hizo la pareja y que la autoridad eclesiástica observó como un "gesto superador", fue la de verbalizar la intención de adoptar también al hermano menor de Kiki, que se encuentra bajo el mismo esquema de familia solidaria, recorriendo hogares de personas que cuidan de él en forma temporaria.
Hace 27 días que Kiki, de 3 años fue sacado de la casa de Giliotti y su mujer y llevado a vivir con una familia de San Carlos, loclaidad donde también está su hermanito. El pequeño había vivido dos años con el matrimonio santafesino por decisión del propio Estado, cuando en realidad la normativa establece que solo podía convivir en el marco de una familia solidaria apenas seis meses.