Gendarmería Nacional y la policía santafesina desplegaron este lunes un operativo de prevención para reforzar la seguridad en Avellaneda al 3800, donde un grupo de vecinos había iniciado una protesta que derivó en corridas y disparos con balas de goma para disuadir a los manifestantes.
En medio de una ola de rumores sobre intentos de saqueo al caer la tarde, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe desmintió dichas versiones, aunque ratificó que hubo un refuerzo en el patrullaje y la custodia de diferentes comercios de la periferia.
La esquina de barrio Alvear en la intersección con Presidente Quintana fue uno de esos puntos en los que los uniformados se replegaron cuando les arrojaron piedrazos y también dispararon al aire. Mientras tanto, el supermercado chino ubicado en ese lugar ya había bajado la persiana para evitar inconvenientes ante la llegada de las fuerzas de seguridad.
A pesar de los recaudos, el desplazamiento de los efectivos derivó en la llegada de los manifestantes hasta la puerta del local, donde algunos comenzaron a golpear las puertas y lanzar proyectiles. Durante la cobertura en vivo, Canal 5 reportó que se escucharon disparos desde la parte alta del inmueble ante el avance de los agresores.
Pasadas las 20.30, los gendarmes y policías avanzaron con un triple cordón disparando y lanzando gas lacrimógeno para obligar a retroceder a los vecinos en ambas direcciones de Presidente Quintana y también hacia el sur de Avellaneda.