La Justicia condenó al cura Juan Diego Escobar Gaviria, que supo estar al frente de la iglesia de la vecina localidad de Timbúes, a 25 años de prisión. El religioso estaba imputado por abuso sexual y corrupción de menores contra al menos cuatro niños que asistían a su parroquia de la localidad entrerriana de Lucas González.
La sentencia del Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay integrado por los jueces María Angélica Pivas, Roberto Cadenas y Darío Crespo se conoció este miércoles. En ella se lo consideró "autor material y penalmente responsable" de "promoción de la corrupción de menores reiteradas" agravado por la "condición de guardador" que "a su vez concurren con abuso sexual simple agravado por ser cometido por un ministro de culto".
Los jueces dispusieron que el cura deberá continuar en prisión en la Unidad Penal número 5 de Victoria, Entre Ríos, a pesar de que la condena aún no está firme, ya que coincidieron con una resolución anterior de la Justicia respecto de que existe peligro de fuga.
Escobar Gaviria, de 58 años y origen colombiano, estuvo por 11 años en la Parroquia San Lucas Evangelista de Lucas González, una localidad de 4.500 habitantes, situada en el departamento Nogoyá, en la región central de Entre Ríos.
Desde allí construyó el poder que lo llevó a ser uno de los curas más visitados por feligreses en la provincia a causa de su fama de "sanador".