Dos remiseros ilegales se atrincheraron este jueves cuando agentes municipales que realizaban una inspección trataron de remitir los vehículos al corralón.
"No soy un delincuente", dijo Roberto, que con 65 años aseguró que ese era su único medio de vida.
En la misma situación se encontraba Oscar. "No tengo laburo, no tengo forma de subsistir y lo único que tengo es esto y me lo quieren llevar. Me arruinan la vida", manifestó el hombre frente a las cámaras de El Tres.
Ambos hombres prestan el servicio de remis pero no cuentan la habilitación correspondiente para hacerlo, por lo cual los agentes municipales que los encontraron en Rouillón y Juan XXIII, intentaron sancionarlos y llevar sus autos al corralón.