El fallo en el juicio por la explosión de Salta 2141 dividió a los familiares de las víctimas que terminaron protagonizando un gran disturbio fuera del Centro de Justicia Penal.
El conflicto se desató al escucharse "se vendió la sangre". A esto se sumaron diferencias respecto a la sentencia y en cuanto al grado de culpabilidad del único condenado y los otros 10 procesados que fueron absueltos.
La discusión fue subiendo de tono y pudo verse al hermano de Débora Gianángelo abalanzándose sobre otra persona.
"Nosotros creíamos que estaban todas las pruebas sobre la mesa. No habia dudas de que eran todos culpables", dijo la madre del hombre visiblemente afectado. "Esos tres jueces se tienen que ir", agregó.
Mientras tanto, otros familiares consideraron que los magistrados Rodolfo Zvala, Carlos Leiva y Marcela Canavesio tomaron como chivo expiatorio al gasista Carlos García, condenado a cuatro años de prisión por estrago culposo agravado.
"García es como el maquinista de la tragedia de Once", dijeron y muchos le brindaron su "apoyo".
Producto del dirturbio y los insultos hubo una mujer que sufrió un pico de presión y debió ser atendida por una médica del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES).