A cuatro años del femicidio de Chiara Páez en Rufino, Rosario se sumó nuevamente este lunes a la marcha nacional contra los femicidios bajo la consigna "Ni Una Menos". La movilización concluyó frente al Monumento con la participación de miles de personas, organizaciones sociales, sindicales y políticas.
Tal como ocurrió en 2018, el punto de partida para la manifestación fue la Plaza San Martín a partir de las 17. Desde allí las columnas recorrieron calle San Luis entre Dorrego y Buenos Aires para bajar a través de Córdoba hacia la costanera central.
La Municipalidad montó un operativo de tránsito especial durante la recorrida y se repitieron algunos inconvenientes que también suelen repetirse en fechas de otras marchas masivas como la del 24 de marzo. Tal fue el caso de las pintadas sobre la pared sur de la Catedral a metros de la Plaza 25 de Mayo, aunque hacia la noche no se habían registrado incidentes.
La actividad que terminó sobre la costa central incluyó una intervención con estacas que fueron exhibidas a lo largo de la caminata al frente de la procesión. En cada una de ellas se colocaron carteles con los nombres de víctimas de femicidios, las cuales quedaron clavadas en el Parque Nacional a la Bandera.
Las líneas de colectivos urbanos no cobraban el pasaje entre las 14 y las 23 con el fin de facilitar la llegada y el regreso a lo largo de la jornada en el centro rosarino. En el encuentro se impulsaron otros reclamos como el del proyecto de ley para la interrupción legal del embarazo (IVE).
Para ordenar el cierre de la actividad, las organizaciones a cargo anticiparon el contenido de la proclama que se leyó después de la movilización. El texto incluyó fuertes críticas hacia la política económica del Gobierno nacional además de renovar el grito emblemático: "¡Vivas nos queremos!".
A nivel local hubo reclamos hacia la gestión de Mónica Fein, a quien le pidieron que asigne presupuesto para atender la declaración de emergencia en violencia de género que fue aprobada en 2012. De la misma manera denunciaron que hay más de 50 ordenanzas vinculadas a la problemática que son "ignoradas por el Ejecutivo" actualmente.
En la protesta se recordó además a Paula Perassi, la sanlorencina que fue vista por última vez en septiembre de 2011. "El 2 de mayo volvió a desaparecer", señalaron las organizaciones en los mismos términos en los que se expresó su padre Alberto cuando fueron absueltos los acusados por el caso.
