La vida de Daiana T. cambió para siempre hace 6 meses. Desde que fue golpeada en la cabeza con una botella en la puerta del hoy cerrado bar cultural La Chamuyera en Corrientes al 1300 tuvo que suspender todos sus proyectos personales y abocarse a la recuperación. Es además la que más presiona a la justicia para saber quién fue el responsable de la agresión, de quien nada se sabe.
En diálogo con el diario El Ciudadano, la joven de 24 años relató cómo pasa sus días con en anhelo de volver a caminar. "Ni siquiera sé cómo voy a quedar. Ya no tengo mi cabeza entera y voy a tener que vivir con otra cosa adentro para siempre. Me tengo que cuidar todo el tiempo. No sé si voy a poder salir, ir a un recital o a una marcha".
Oriunda de la localidad de Gobernador Crespo, el instante preciso del ataque ocurrido el 27 de octubre, es para Daiana una escena borrada. Fueron sus acompañantes de entonces lo que pudieron contarle lo sucedido.
"Era temprano y el bar estaba re tranquilo. Me encontré con varios amigos y pedimos una cerveza. Al rato, salimos a la vereda a fumar un cigarrillo", mencionó. Luego sobrevino el golpe y fue un amigo el que la tomó de los brazos para evitar que fuera de lleno al suelo. La sangre brotaba sin control y la ambulancia tardó 40 minutos en arribar.
Fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) y sometida a intervención quirúrgica. Pasó varios días hasta que recibió el alta. No obstante, Daiana ingresó al quirófano hace un mes, cuando le colocaron una prótesis 3D para vencer el hundimiento de cráneo que le provocó la botella.
"Para mí todo esto no tiene sentido porque nadie me devuelve todo el daño psicológico, ni el año de facultad que pierdo, ni el trabajo de mi vieja, ni las pérdidas en todo mi cuerpo", dijo la joven, que requiere de la atención constante de su madre, hoy instalada junto a ella.
La causa hoy es instruida por la fiscal de la Unidad NN, Verónica Caíni, pero nada se sabe del agresor. Solo que la botella salió de un balcón de Corrientes al 1300, a juzgar por las pericias. "No puede ser que este asesino en potencia esté libre y que lo que me pasó a mi le pueda pasar a cualquier otra persona", sostuvo la víctima.