Lucía Brillo es una joven de 25 años nacida en Trelew, pero residente de Comodoro Rivadavia. Cuando tenía 14 años descubrió su gran pasión en el mundo: el amor por el skate. Desde ese momento, no hace más que subir a su patineta y vivir mil aventuras día tras día.
En una entrevista con Vía País, la chubutense admitió que siempre le gustó el skate. Cuando era una niña dibujaba “personitas” andando en patineta, hasta que un día “cayó” un amiguito del barrio con un skate y “ahí yo dije ‘bueno, a ver que onda’”, recordó Lucía. Desde ese día ella solamente jugaba arriba de las cuatro ruedas, pero un día empezó a practicar y se dio cuenta que le interesaba de otra forma. “Dije esto está bueno, me gusta, como que lo empecé a entender”, declaró.
Aunque intentó entrenar profesionalmente en bicicleta o patines, no le fue bien. Era algo que siempre la dejaba en el piso y “le costaba”. En skate también se caía, pero a diferencia de los otros deportes, “tenía ganas de intentarlo de nuevo. No sé por qué, medio masoquista, me daba ese impulso”, expresó Brillo.
Para la joven de 25 años el skate es un estilo de vida. “No hay Lucía sin skate, es como un complemento porque creo que es parte de mi personalidad”, aseguró ella.
La difícil rutina de Lucía: estudiar, trabajar y entrenar
Lucía se fue a vivir sola hace casi un año, por lo que debe dividirse en mil pedazos. Estudiar, trabajar, entrenar y hacer los quehaceres del hogar no es nada sencillo, por lo que a veces se dificulta ir a andar en skate.
“Yo trabajo, estudio, voy al gimnasio y voy a patinar. Todo es un montón”, manifestó la chica. Luego contó que cuando tiene tiempo va y patina, puede ser 1 hora, 20 minutos, capaz 3 horas, “es como re variado pero siempre trato de ir. Yo diría que voy 3 veces por semana seguro”, dijo.
La skater trabaja como moza en un restaurante de Comodoro y, también, es profesora de una escuela que vende insumos. “Soy profe de skate hace casi 2 años ya, todos los sábados estoy con los chicos de la escuelita”, relató.
Aunque no tiene mucho tiempo, Lucía admite que no la pasa mal. Si bien, su vida hizo que se aleje de la gente, pero fue porque “estuve más centrada en mí, entonces estoy más tiempo en mi casa”. De todas formas, visita a sus amigos y a su familia los fines de semanas. “La verdad que la vida a pleno y no me puedo quejar”, aseguró.
Al ser consultada si es una persona que se estresa fácil, la joven aseguró que sí. “No sé como hago, o soy muy manija no sé. Por ahí me pongo a pensar y digo ‘fua, vivo sola, trabajo, tengo que estudiar, voy al gimnasio, quiero patinar y encima quiero ir a Córdoba- a participar del Circuito Nacional Femenino de Skate-, quiero hacer esto y lo otro’. Como que no me pongo a pensar mucho en el tiempo que tengo, como que lo hago nomás, me voy acomodando”, reflexionó.
El corazón de Lucía dividido en dos: su amor por el skate y la informática
Además de dedicar su tiempo al skate, Lucía estudia Licenciatura en Informática en la Universidad Nacional de la Patagonia en Comodoro Rivadavia. “A futuro me gustaría dedicarme a la informática, es lo que estoy estudiando”, dijo entre risas. Aunque también tiene el deseo de dedicarse profesionalmente al skate. “Si se me da me tiro de cabeza para ese lado, pero la programación también me apasiona, entonces no podría hacer ni una ni la otra cosa, tendría que hacer las dos”, enunció.
Tener que optar por una u otra cosa no es una posibilidad para la joven. “Sería difícil. Si tengo la posibilidad de dedicarme profesionalmente al skate, obviamente no dejaría pasar la oportunidad”, pero “la carrera no la dejaría. Estoy como muy aferrada, me gusta, aprendí a hacer cosas, estoy como más canchera”, relató Brillo.
Un tropezón no es caída: la lesión de la skater que la dejó en recuperación por meses
Hace casi dos años la skater sufrió una lesión en su cuerpo. “Antes iba a patinar todos los días, después me quebré la pierna y de ahí como que le agarré miedo”, declaró. Actualmente va al gimnasio porque necesita ganar fuerza nuevamente, “había muchas cosas que ya no podía hacer como antes, entonces tenía que volver a entrenar a mi pierna, fue re loco eso”, agregó.
Cuando Lucía se golpeó, toda su familia se preocupó. “Mi papá me quería matar cuando me quebré la pierna”, dijo la protagonista. Igual, “estuvo bien, tampoco fue tanto. A los cinco meses o menos ya estaba andando en skate de nuevo”, reveló.
Los tiempos para una recuperación suelen ser largos, en el caso de la chubutense fue de aproximadamente un año. “Me quebré en el 2020 y hasta 2021 estuve en kinesiología. Si bien andaba en skate, pero curarme del todo y que se me vaya el miedo fueron más o menos seis meses o más, un año entero tardé en recuperarme”, enunció.
El sueño de Lucía para llegar al Circuito Nacional de Skate Femenino
En septiembre del corriente año llega el Circuito Nacional de Skate Femenino a Córdoba y es la primera vez que Lucía va a ir. “Es algo re grande, me metí en un re quilombo pero es hermoso”, aseguró.
El Circuito Nacional de Skate Femenino es un evento competitivo, pero la joven asegura que “también es el compartir, el ir y estar con todas las pibas que andan. Entonces vivís ese apoyo, que te estén alentando en los trucos. Acá en Comodoro yo no lo tengo porque casi siempre estamos solas, entonces no tenes esos grupos, podes armar con los chicos pero no es lo mismo, una quiere estar con las chicas”, atestiguó Lucía.
La emoción y vivir la experiencia junto a las demás skaters es el gran deseo de la chubutense, por eso lanzó una campaña para poder juntar dinero y pagar su viaje. “Es la primera vez que voy a viajar sola a otra provincia. Además de ser mi primera vez en el Circuito Nacional de Skate, así que estoy aprendiendo a sacar pasajes, a sacar presupuestos”.
Para cumplir su sueño, Lucía necesita la colaboración de todos los que puedan aportar su granito de arena. Para eso, abrió “el cafecito”, allí podrán dejar un mínimo de 100 pesos y no hay límites.
“Arranqué con eso porque me pareció lo más fácil para dar dinero en voluntad. Lo había visto en una chica que tenía que viajar a Roma, la piba se iba a patinar en skate para los juegos olímpicos, subió el cafecito para juntar plata y eso me dio la idea. Si ella se animó, por qué yo no”, afirmó la joven.
Por último, la skater contó que necesita recaudar 50 mil pesos, “era lo que me iban a salir los pasajes”, explicó ella. En casi dos meses, Lucía logró juntar alrededor de 35 mil pesos, “es un montón. No lo puedo creer”, concluyó la joven.
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