En un juicio abreviado realizado en los Tribunales de Rafaela, la Justicia condenó a prisión perpetua a Cristian Ariel Peludero, por el femicidio de Nelly Zárate, una docente de 52 años, que fuera asesinada el 9 de abril de 2016. Era el sobrino de la víctima.
La sentencia, que implica un mínimo de 35 años, se dio en el marco de un juicio de procedimiento abreviado, en donde el acusado reconoció haber cometido homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio) y alevosía.
Se denomina juicio abreviado porque no se lleva adelante un juicio oral y público, sino que las partes (en este caso, por la abogada defensora, Amalia Cassina, y el fiscal Carlos Vottero, con el consentimiento del imputado), llegan a un acuerdo, el cual debe ser convalidado por el juez de sentencia, en esta oportunidad, el Dr. Javier Bottero. Ante la gravedad de la sentencia, aquí hubo un tribunal pluripersonal.
Peludero, que fue detenido el 13 de agosto de 2018, a las 6.50, cuando se disponía a ingresar al Corralón Municipal donde trabajaba, hoy cuenta con 29 años. Cuando tenga 64 años, podrá solicitar algún beneficio del régimen de libertad vigilada.
Las instancias del caso
Ese 9 de abril de 2016, Rafaela se encontraba bajo una intensa llovizna. Esa fría jornada, Nelly Zárate viuda de Peludero fue encontrada muerta en su casa, en Avenida Ernesto Salva 1780 (Barrio Martín Fierro), la cual se encontraba desordenada y con muchas manchas de sangre.
La puerta no se encontraba forzada. Esto hizo suponer al fiscal Vottero que quien había sido el agresor, era un conocido de la víctima. Su perro tampoco ladró.
Por alguna circunstancia, Peludero comenzó a golpear a Nelly contra un pasillo y la llevó a su habitación. Allí se consumó el crimen (destrozó su cabeza a golpes) y fue allí en donde fue hallada por su madre y una vecina. Se encontraba cubierta: otra señal de que el victimario no soportaba ver la imagen de su cuerpo sin vida.
En la escena del crimen -que se preservó por dos meses- se tomó material genético, que luego se supo que coincidía con una persona de sexo masculino. En esto trabajó el laboratorio forense de Salta, el más avanzado del país en esa especialidad. Luego, por falta de presupuesto, al Instituto de Medicinal Legal de Rosario.
Hubo dos hechos que llamaron la atención: nunca se encontró el celular de la víctima (tampoco se activó nunca) y tampoco se pudo avanzar con las relaciones que tenía Nelly. Incluso, en algún momento, hubo alguna queja por parte de la Fiscalía, por la falta de colaboración de sus seres más cercanos.
El caso conmocionó a la ciudad de Rafaela, que se movilizó reclamando justicia. La misma que hoy se consiguió.