La Noche de San Juan es una celebración que une y fortalece los lazos comunitarios, recordando la importancia de preservar las tradiciones y costumbres. Por ello, cada 23 de junio, vecinos de distintos sectores se congregan para conmemorar esta festividad.
En este sentido, el lugar de encuentro fue la capilla del Barrio El Palomar, de Posadas, donde los niños y las familias se reunieron para encender la hoguera, mientras que los más jóvenes y no tan jóvenes, se agrupaban para bailar y disfrutar de la música en vivo.
Además de los tradicionales rituales y juegos, hubo otras propuestas. Los artesanos y emprendedores de la ciudad tuvieron su espacio, ofreciendo productos de distintos rubros. También hubo un patio gastronómico con platos regionales, donde no pudieron faltar la torta frita, caburé y el clásico mbejú.
Uno de los momentos más esperados fue el famoso cruce por las brasas, una antigua tradición, que según cuentan, brinda buena suerte y purifica el alma. Varias personas con valentía, caminaron sobre el fuego, dejando sus preocupaciones y abriendo paso a nuevos comienzos. Es un acto simbólico de renovación y esperanza, en el que todos participan con entusiasmo y espíritu de unidad.
Finalmente, se hizo la tradicional quema del muñeco, en donde se dejan en el pasado aquellos malos momentos, heridas y todo lo que alguna vez haya hecho daño, para dar vida a una nueva etapa de felicidad y buenos deseos.