Este viernes por la mañana, y a raíz de la crecida notable del río Iguazú, la Garganta del Diablo, este conjunto de saltos de agua situados en las Cataratas de la provincia de Misiones, debió cerrar sus accesos públicos a modo preventivo.
Así, quedó inhabilitada la principal caída del agua de estos 275 saltos, al verse una crecida del caudal del río, llegando aproximadamente a los 10.000 metros cúbicos por segundo.
Pronto se emitieron alertas por parte de las represas situadas aguas arriba de las Cataratas del Iguazú. De esa manera, las compuertas de los diques se mantendrán abiertas, pero esto genera que el caudal del agua también se vea notablemente modificado.
Al mismo tiempo, fue comunicado por Facebook un anuncio de la Concesionaria del Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, que indica que el objetivo primordial radica en proteger la salud de los visitantes, además de cuidar la estructura del lugar.
Por todo esto, este circuito turístico mantendrá sus puertas cerradas hasta tanto se pueda volver a garantizar la seguridad de quienes visiten uno de los espectáculos turísticos más impresionantes del planeta.
Antecedentes del cierre de la Garganta del Diablo
Hay que retrotraerse al 2015 para encontrar el antecedente más cercano del cierre de la Garganta del Diablo, precisamente al 3 de diciembre de ese año.
En esa oportunidad, el caudal de la misma alcanzó los 11.000 metros cúbicos por segundo, superando por mucho los 1.500 que habitualmente tiene el lugar.
Este antecedente recuerda que las crecidas se dieron por lluvias notables en la zona, principalmente también en el sur de Brasil, en los Estados de Santa Catarina, Paraná y Río Grande del Sur.
Las autoridades no descartan que la crecida pueda extenderse incluso hasta los 13.000 metros cúbicos, por lo que mantienen la alerta constante en la zona.