Fiorella Itatí Aghem, la chica de 20 años que buscaban desde el jueves en San Vicente, fue encontrada muerta en una chacra cercana a la Ruta Nacional 14. Su exnovio Leopoldo B., de 21 años, principal sospechoso de su desaparición y muerte fue detenido esta mañana a las 10,40 cuando regresaba de Brasil.
Leopoldo tenía una restricción judicial que le impedía acercarse a la joven, con quien estuvo de novio tres años. Hacía unos meses que Fiorella decidió ponerle fin a la relación luego de varios episodios de violencia. Incluso le había quitado el celular en varias oportunidades para controlarla, informó su mamá a medios locales.
El joven fue detenido en El Soberbio cuando regresaba de Brasil, hacia donde había viajado el viernes para asistir a un exhibición y competencia de Jeeps. A los investigadores les llamó la atención porque Leopoldo no era un aficionado a ese tipo de espectáculos y así lo confirmaron quienes lo conocía y sus vecinos.
Fiorella Aghem estudiaba el Profesorado de Letras y la última vez que la vieron fue cuando el jueves, a las 21 salió de su casa rumbo a la de una amiga, para entregarle unos apuntes. Nunca más volvieron a verla. La búsqueda en casa de amigos y familiares y los rastrillajes no dieron resultado.
Este lunes su cuerpo apareció en una chacra cercana a al ex Kilómetro 50 de la Ruta Nacional 14. Una veintena de personas entre familiares, amigos, bomberos y policías la habían buscado sin resultado durante el fin de semana.
Mercedes Pereyra, la mamá de Fiorella, había dicho que ella misma ignoraba la restricción judicial que su hija había solicitado contra su exnovio Leopoldo. La encontró entre sus papeles luego de su desaparición. El rastreo hecho por bomberos y policías incluyó la chacra de 11 hectáreas propiedad del padre de su expareja.
Las sospechas sobre un posible ataque que habría sufrido se acrecentaron cuando se supo que el exnovio había salido del país. Leopoldo, ahora el principal sospechoso, había sido denunciado en varias oportunidades por la joven por hechos de violencia.
Mercedes Pereyra contó que les costó mucho revisar las 11 hectáreas de la chacra familiar del exnovio y que hubo partes de mucho monte y follaje cerrado que no pudieron ser revisadas.
"Yo no duermo ni como desde el viernes, estamos destrozados. Quiero a mi hija ya. Nunca nos pasó algo así y ya no sabemos qué hacer", contó la mujer a los medios locales.