Familiares y allegados de Jocelyn, la bebá que murió después del parto 2010, marcharon esta mañana desde la Plaza de la Madre en Puerto Rico hasta el Juzgado Penal de la localidad para exigir que se destrabe la causa por violencia obstetra que se cobró la vida de la recién nacida. Su madre, Romina Villamayor expresó: "Solo le pido a Dios, que me quite este dolor. Casi ocho años y no puedo superarlo. Quiero llegar al cielo y abrazar a mi niña". Los padres caminaron en silencio hacia el Juzgado en memoria de su hija.
En estos momentos, la causa podría prescribir por la falta de acción del Juzgado de la ciudad. Los padres habían denunciado a los médicos que los atendieron por mala praxis, los acusan de haber retrasado el parto de Romina para conseguir 600 pesos para someterla a una cesárea. Debido a supuestos problemas de dilatación anularon la posibilidad de parto natural que había sido planificado inicialmente. Jocelyn murió dos horas después de nacer en el hospital público de Puerto Rico.
De acuerdo con los denunciantes esta situación habría provocado la muerte de su hija tras varias horas de sufrimiento fetal. La causa lleva ocho años sin avanzar en el Juzgado de Instrucción de la ciudad, el mismo que estuvo cuestionado durante mucho tiempo como consecuencia de las irregularidades detectadas bajo la titularidad del ex juez Éctor Acosta.
"Fue un embarazo normal, una niña que venía a término, saludable, con controles periódicos, pero me tocó un fin de semana largo en un hospital público. Como no llegué a dilatar lo suficiente, las horas pasaron hasta que decidieron hacerme una cesárea, y me pidieron 600 pesos que no tenía conmigo y debía reunir", recordó Romina.
Continuó: "El tiempo pasó, ellos seguían esperando a tener el efectivo en la mano para llevarme al quirófano, cuando pude juntar la mitad que mi esposo les entregó, recién entonces me hicieron la intervención". Poco después de haber llevado a Villamayor al quirófano le realizaron un tacto para comprobar si había dilatación, "en ese momento ellos mencionan que había sufrimiento fetal", explicó la madre de Jocelyn.
"En ese momento, noté los últimos movimientos de mi beba, después ya me entregaron su cuerpito y me di cuenta de que si no hubieran esperado a que reuniera el dinero mi hija iba a estar viva", expresó. Romina pidió explicaciones al médico que la atendió y le había dicho que el dinero era para el anestesista, "me lo negó, dijo que tenía un sueldo y no cobraba extras atendiendo en el hospital público, por lo que no se quienes son los responsables de lo que hicieron, pero mi beba murió por la demora para juntar la plata que tuvimos que pagar. Hubo desidia y negligencia", afirmó.
La marcha de hoy pretendía también ser un punto de encuentro con otras madres que han padecido la muerte de sus hijos durante el parto o como consecuencia de haber recibido malos tratos en el momento del nacimiento. Según publicó El Territorio.