28 años pasaron de la última travesía que llevaron a cabo los Ferrys Ezequiel Ramos Mejía y Roque Sáenz Peña, que se encuentran muy descuidados y que el paso de los años no hizo más que remarcar a la desidia que fueron sometidos, por el alto costo de reparación que tienen.
Valdemar Gómez Pereira, buzo de una empresa de buceo, explicó la situación actual de los dos barcos. "Están muy desgastados y oxidados. No se los puede mover hasta que no se arregle el casco y cambiar toda la chapa del casco tiene un valor aproximado de 12 millones de pesos".
Marcelo Surraco, subsecretario de Planeamiento Estratégico, dio su punto de vista de los hechos y reveló los planes que tienen a futuro y las opciones que están manejando desde la provincia. "Hoy están flotando los dos y estamos viendo algún tipo de financiamiento o línea de crédito para su puesta en valor. Estamos viendo esa posibilidad con la gente de Turismo de la Nación", aseguró a El Territorio
La edificación del puente San Roque González de Santa Cruz fue el punto de partida para el declive de estos ferrys, que dejaron de navegar y sufrieron el paso del tiempo por la inacción de muchos actores, que hoy buscan reflortar a estos barcos que permanecen semihundidos en en el Río Paraná.