La conexión entre el duelo y la salud a lo largo de la vida fue objeto de múltiples estudios, diversos investigadores sugieren que algunas etapas del desarrollo humano pueden ser más vulnerables que la pérdida conlleva. Según un reciente estudio, reveló que la pérdida de un ser querido en cualquier etapa de la vida está asociada con riesgos significativos para la salud, tales como la aceleración del envejecimiento biológico.
Qué plantea el estudio
El estudio “Familial Loss of a Loved One and Biological Aging”, llevado a cabo por la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia y del Centro de Envejecimiento Butler Columbia, indica: “Las pérdidas familiares repetidas a lo largo de la vida agravan aún más estos riesgos para la salud. Los impactos de la pérdida pueden persistir o hacerse evidentes mucho después del evento”.
Los investigadores analizaron si el duelo familiar y la cantidad de pérdida, que se produce en la primera infancia o en la edad adulta, se encontraban asociadas con el envejecimiento biológico. Para esto, utilizaron los datos de la primera a la quinta ola de Add Health, que es un estudio que trata el bienestar social, económico, psicológico y físico de los encuestados con datos contextuales de la población de Estados Unidos.
La muestra analítica incluyó a 3.963 participantes de Add Health, la media ponderada de edad de la muestra fue de 38 años y la mayoría fueron hombres. Casi el 40% de los participantes experimentaron 1 o más pérdidas, generalmente, en la edad adulta.
Cuáles fueron los resultados
El estudio indicó que el envejecimiento biológico acelerado podría ser un mecanismo clave que vincula la pérdida de familiares con un mayor riesgo de morbilidad y mortalidad en etapas avanzadas de la vida. En adultos estadounidenses de 33 a 44 años, la experiencia de pérdidas familiares se relacionó con una edad biológica más avanzada, así como con un ritmo de envejecimiento más rápido. Además, se observó una relación dosis-respuesta entre la cantidad de pérdidas y el grado de envejecimiento biológico acelerado.
Las pérdidas sufridas en la adultez mostraron una asociación más fuerte con el envejecimiento biológico que aquellas experimentadas en la infancia o adolescencia. Este patrón se corroboró en una muestra más pequeña de adultos mayores en un estudio realizado en Irlanda. Esto sugiere que los adultos pueden reaccionar más intensamente a eventos traumáticos, lo que podría influir en su salud fisiológica.