Horas antes de la cena que compartirían Javier Milei y Mauricio Macri, se rompió el bloque PRO en la Cámara de Diputados. Siete integrantes decidieron firmar el pase definitivo a la bancada de La Libertad Avanza, que de esa manera pasará a tener 87 integrantes y alcanzará por sí sola el tercio necesario para blindar vetos presidenciales y bloquear un juicio político.
La jugada fue digitada al 100% por la ministra de Seguridad y senadora electa Patricia Bullrich, en tándem con los hermanos Milei, con un objetivo claro: asegurar el número necesario para consolidar la posición defensiva y no depender de otros bloques al momento de rechazar futuras ofensivas de la oposición.
“El camino de la libertad necesita tener la tranquilidad de tener el número mágico, para evitar que cada vez que se necesite un tercio haya que sentarse a negociar las condiciones. El primer objetivo es asegurar el tercio para que el avance que votaron los argentinos tenga un escudo protector”, dijo a este medio la diputada cordobesa Laura Rodríguez Machado, quien retuvo su banca tras ocupar el cuarto lugar de la lista libertaria.
Rodríguez Machado, que tiene diálogo permanente con Bullrich y también mantuvo contactos con el jefe de la bancada oficialista, Gabriel Bornoroni, promete ser además una figura clave para una de las reformas anunciadas por el presidente Javier Milei, la del Código Penal, ya que todo indica que seguirá al frente de la Comisión de Legislación Penal.
Los otros seis diputados bullrichistas que pasarán a engrosar las listas violetas junto con Rodríguez Machado son los actuales legisladores Damián Arabia, Sabrina Ajmechet y Silvana Giudici, de Ciudad de Buenos Aires; Patricia Vásquez, de provincia de Buenos Aires; y los electos María Luisa González Estevarena (Buenos Aires) y Carlos Almena (San Luis).
Los electos asumirán recién el 10 de diciembre, mientras que los actuales aún no definieron si concretarán el pase ahora o esperarán a que debute la nueva conformación de la Cámara. Como sea, la decisión ya está tomada.
Aunque en un primer momento algunos especularon con la posibilidad de conformar un bloque intermedio entre La Libertad Avanza y el PRO que le sirviera de apoyo al Gobierno, la decisión final fue dejar de lado las medias tintas y acoplarse al bloque oficialista con un fin pragmático.
“Hubo una discusión sobre la estrategia de la modalidad en que Bullrich acompañaría este cambio, y la verdad es que lo que necesitamos asegurarle al Gobierno es que La Libertad Avanza se asegure el tercio”, blanqueó uno de los armadores de la movida.
Los diputados que pegaron el salto están distanciados de Macri, titular del partido a nivel nacional. Uno de los que más acumula broncas es Arabia, quien a fines de agosto fue expulsado de la vicepresidencia del PRO por su cercanía con los libertarios. Para el porteño, ese fue el final de una película que empezó cuando el expresidente dejó de convocarlo a las reuniones partidarias.
También generó enojo entre los porteños que Macri haya apuntalado en redes sociales la candidatura de Fernando De Andreis (quien fue su secretario general cuando presidía la Nación y ocupó el quinto lugar de la lista) sin mencionar a Ajmechet, que estaba cuarta.
“Fernando es la persona que va a defender en el Congreso las transformaciones que ya logramos en la Ciudad y todas las que estamos haciendo. El domingo 26 mi voto es para él. No tengo dudas de que será un gran diputado”, fue el tuit que le dedicó Macri a De Andreis, salteando por completo a Ajmechet.
Lo cierto es que, aunque el PRO se mantenía como un bloque unido en Diputados, en los hechos ya operaba la división entre macristas y bullrichistas. “Es tiempo de sincerar una situación real”, reconocieron. Por eso es que el pase, además de la cuestión matemática, fue también una forma de darle “nitidez a las ideas del cambio”, según definieron sus protagonistas.
Así, mientras que La Libertad Avanza ascenderá a 87 miembros puros, el PRO bajará a 16. Pero la idea de un interbloque entre ambas fuerzas no solo sigue latente, sino que los mismos que abandonaron el PRO consideran que “ese es el próximo paso a dar” para “asegurar la continuidad del cambio”.
En este caso, el objetivo también es numérico: superar en número a Fuerza Patria (que quedó con 98 diputados, igual que en la actualidad) y convertirse en primera minoría, lo que permitirá ocupar más lugares en las comisiones y más presidencias.
Es más: afirman que el nuevo interbloque no solo debería constituirse con La Libertad Avanza y los restos del PRO, sino también con los radicales que ingresaron a la Cámara por las listas libertarias en las provincias de Mendoza, Chaco y Entre Ríos, más otros diputados.
Entre los más buscados figuran los tres “radicales con peluca” (uno de ellos, el cordobés Luis Picat) y el entrerriano Francisco Morchio, que responde al gobernador Rogelio Frigerio y hoy integra Encuentro Federal junto con el cordobesismo.




































