Cristina Kirchner y Mauricio Macri, los dos líderes de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio y referentes de la grieta política de los últimos quince años, esta vez no estarán en las boletas que los electores encuentren el próximo 13A. En lo que va de la campaña electoral de las PASO, y entrando en la antesala de la elección, los dos mantuvieron un segundo plano.
Macri estuvo más activo. Brindó su apoyo a distintos candidatos provinciales, y con ciertas dificultades, viene procurando mantener la neutralidad en la competencia presidencial que enfrenta a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
“Desde 1999 que no tenemos una elección presidencial sin el apellido Kirchner o Macri. Cuando Cristina dijo que no, cuando Macri dijo que no, se dijo ‘se termina un ciclo’. Pero ninguno de los dos liderazgos está retirado. Desde sus lugares pretenden tener o conservar algún tipo de incidencia”, dijo el consultor Lucas Romero, en charla con este medio.
El jueves a la tarde Cristina Kirchner rompió la inactividad de su cuenta de Twitter, con un video junto al intendente de La Matanza (“la capital nacional del peronismo”) en su despacho del senado. “Espinoza vino a mostrarme varios proyectos que tiene en marcha. Me impactó el desarrollo del Polo Científico, Tecnológico y de Innovación Productiva que van a hacer en Ciudad Evita, en un predio de 7 hectáreas junto a los característicos chalets de este barrio creado por el general Perón”, destacó.
El tuit anterior había sido una foto con Sergio Massa, el 17 de julio pasado, en un simulador de vuelo de Aerolíneas Argentinas.
No hace mucho se especulaba con una campaña más presencial de la vicepresidenta y esto fue alentado por sus primeros movimientos: A los tres días de proclamada la llamada “fórmula de la unidad”, Cristina Kirchner compartió con Massa, ya precandidato inscripto, el acto por la repatriación del avión de los vuelos de la muerte ejecutados en la última dictadura. El 9 de julio los dos volvieron a compartir un escenario, en la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner. La última foto fue al recordar los 15 años de la reestatización de Aerolíneas.
La última aparición en las redes de Cristina Kirchner no es azarosa: La Matanza tiene más de un millón de electores, el 3 por ciento del padrón nacional y el kirchnerismo lo cuenta como bastión electoral. Hasta ahora no se informó si la vicepresidenta acompañará a Massa en alguna actividad de cierre de campaña.
En diciembre de 2022, conocido el fallo condenatorio en la causa Vialidad, Cristina Kirchner anunció que no sería “candidata a nada”. Se denunció una virtual “proscripción política”.
“El de Cristina es un retiro táctico al creer que asumir algún protagonismo en este proceso electoral implica hacerse cargo de todo lo mal que hizo el gobierno pese las diferencias que ella fue marcando. Es una retirada táctica para no verse afectada por el daño colateral que pueda producir el resultado”, evaluó, en cambio, Romero.
La campaña de Macri
Macri combinó viajes al exterior por fuera de la política, con oportunos apoyos a candidatos del interior como De Loredo en Córdoba o Carolina Losada en Santa Fe. Se propuso mantener la neutralidad en la puja presidencial. Ese equilibrio pareció romperse el martes pasado hacia el lado de Bullrich, cuando expresó su desencanto con María Eugenia Vidal por su apoyo a Larreta. Trascendió, además, que el domingo 30 de julio recibió en su casa de Acassuso a su exministra de Seguridad.
“El tiene que estar por encima porque es un expresidente”, dijo este viernes Bullrich.
Lucas Romero cree que Macri no dice que apoya a Bullrich “no por ser equidistante”, sino porque cree que puede condicionarla en la construcción de “una mayoría ganadora”.
“Macri comparte una dificultad con Cristina: son dueños de minorías intensas, pero no pueden construir mayorías extensas, no pueden construir mayorías ganadoras”, sostuvo Romero. Cree que un apoyo explícito de Macri a Bullrich “la transforma en un rol secundario, la desperfila en la construcción de un liderazgo”.
Difícilmente Macri rompa la neutralidad la pelea de fondo en lo que queda de tránsito al 13A. Sí, en cambio, se sumó con entusiasmo a la campaña de su primo Jorge Macri, en la interna con el radical Martín Lousteau a la jefatura de gobierno.
“Estoy muy tranquilo de que tengamos a Jorge como candidato. Él representa la continuidad de nuestro proyecto, que comenzó en 2007″, dijo Macri este viernes en una recorrida por el barrio porteño de Belgrano.
La postulación de Jorge Macri fue una apuesta personal del expresidente, quien se resiste a la posibilidad de que Lousteau y la UCR se queden con el distrito madre del PRO. Rodríguez Larreta contaba con opciones propias para su sucesión como sus ministros Quiróz y Soledad Acuña, pero terminó cediendo en favor de Jorge Macri, otro ministro, como concesión a la paz interna del PRO.
En el macrismo recelan del jefe de Gobierno y creen que no está forzando el aparato porteño a favor del candidato del PRO. Hace poco Jorge Macri le reclamó a Larreta un apoyo más entusiasta a su candidatura.
El lunes, Jorge Macri hará el acto de cierre. Podrían reunirse Mauricio, Larreta y Bullrich, en la aparición más potente del expresidente en la campaña de las PASO.