El presidente Javier Milei les reclamó a los gobernadores que realicen un ajuste de U$S 60 mil millones para equilibrar las cuentas públicas y los conminó a no suplir faltantes presupuestarios con subas de impuestos o tasas locales.
“Esta guerra que llevamos adelante contra el gasto público y el costo argentino, se pelea en todas las dimensiones del Estado, también las jurisdicciones provinciales y municipales. Por eso, a los gobernadores les digo que cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias en su conjunto, hagan un ajuste adicional de U$S 60.000 millones”, desafío Milei en su presentación en el Congreso Nacional.
El presidente afirmó que “la Nación ya cumplió con su parte del acuerdo” al recortar gastos en U$S 90 mil millones, a lo que calificó como “el ajuste más grande de la historia”.
“Los argentinos a lo largo y ancho del país saben perfectamente bien, que por cada peso que dejen de gastar las provincias y los municipios, se lo podrán devolver en bajas de ingresos brutos u otras tasas”, añadió el presidente.
En esa línea advirtió: “Hay algo que estoy seguro que los argentinos no les van a permitir y es que cuando el Estado nacional elimine o baje un impuesto, ustedes quieran ocupar ese espacio subiendo los suyos”.
Milei lanzó esta exhortación replicando en parte los enunciados del Pacto de Mayo, que hasta el momento no ha tenido mayores avances en la búsqueda de sus objetivos.
A poco de terminar su discurso, el proyecto de Presupuesto 2025 fue entregado a la Cámara de Diputados cumpliendo con el mandato constitucional de ser presentado antes del cierre del día 15 de septiembre.
Los números que esperan para el año que viene desde el Gobierno
Entre los supuestos con los que fue confeccionada la “Ley de Leyes” se proyecta una fuerte recuperación de la economía en 2025 de 5% del PIB, avance que se repetiría en 2026 y en 2027.
Según las proyecciones del Gobierno el dólar tendrá un valor promedio de $ 1.207 a lo largo del año próximo.
Asimismo, se espera que la inflación se desacelere a un 18,3% interanual a diciembre de 2025 (o sea en su comparación con diciembre de 2024).
El superávit primario calculado es del orden de 1,3%, que sería el equivalente a las obligaciones que habrá por vencimientos de intereses de la deuda para de esta forma alcanzar el déficit cero. Los vencimientos de capital de la deuda serán refinanciados.
Los recursos totales estimados alcanzan el 16,5% del PBI, similar porcentaje a los gastos totales.
“Desde el 2014 no se presenta al Congreso de la Nación un Presupuesto equilibrado. Aún más, desde el 2010 no se alcanza un resultado fiscal anual superavitario, y desde el 2008 no se alcanzan dos años consecutivos de superávit financiero”, resaltaron desde el Ministerio de Economía.
Según explicó Milei, el diseño del presupuesto, que es diferente a todos los presentados hasta el momento, tiene como premisa “blindar el equilibrio fiscal” y “obligar al Estado a hacerse cargo y absorber los efectos de las perturbaciones en la economía”.
Al mismo tiempo, “para cuando haya mejoras permanentes, como serán los años venideros, obligará a devolver el exceso de recaudación a la sociedad a través de la reducción de impuestos”.
Al explicar cómo es la metodología propuesta, el Presidente precisó que: “El gasto corriente está compuesto de la suma del gasto automático y el gasto discrecional. El gasto automático es el componente de gasto que está indexado a la inflación”.
A su vez, “el gasto discrecional no está indexado, o sea que no importa la inflación que haya, sigue siendo el mismo. Bajo este nuevo esquema que estamos proponiendo, si los ingresos son mayores a los estimados, el gasto automático podría aumentar en igual medida, pero el gasto discrecional se mantendrá igual”.
En este contexto, “si el aumento en la recaudación es transitorio el Estado podrá ahorrar, lo cual implicará la destrucción de pesos, y por ende la revalorización del peso o la cancelación de deuda”. Y
“Si el crecimiento económico es sostenido, y en consecuencia el aumento de los ingresos es estructural, el Estado va a poder devolverle a la sociedad ese ahorro en reducción de impuestos”.
En caso de que la “economía no crezca y los ingresos son menores a los estimados, caerá también el gasto automático y reduciremos el gasto discrecional en la misma proporción”.
Con este esquema de presupuesto Milei afirmó que avanzará en su principal objetivo que es la reducción del Estado.
.