La boleta única de papel se convirtió en ley a nivel nacional y debutará en las elecciones legislativas de 2025. En un hecho histórico y tras más de dos años sin avances, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto con los cambios introducidos por el Senado y puso fin a la tradicional boleta partidaria, el instrumento de votación que regía desde el retorno democrático.
El proyecto recibió 143 votos a favor, de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica, Innovación Federal y otros bloques minoritarios. Unión por la Patria rechazó la iniciativa en soledad, con 87 votos, y defendió el sistema actual. La izquierda, con sus cinco integrantes, se abstuvo. La aprobación se selló con un festejo de diputados oficialistas y del PRO, que levantaron boletas en alto.
La ley sancionada nació en 2022, cuando una mayoría opositora al gobierno de Alberto Fernández, conformada por la exalianza Juntos por el Cambio, el peronismo disidente y el propio Javier Milei, le dio media sanción al proyecto. Pero se frenó en el Senado, entonces presidido por Cristina Kirchner y dominado por el Frente de Todos.
Cuando Milei asumió la presidencia reflotó el debate, motivado por el ahorro fiscal en la impresión de boletas y la necesidad de no depender de la fiscalización. Sin embargo, pasaron varios meses hasta que el oficialismo destrabó la negociación en el Senado, gracias a un acuerdo con partidos provinciales. El proyecto volvió a Diputados y este martes fue sancionado definitivamente con esas modificaciones. De esta manera, solo queda un país en la región (Uruguay) con boleta partidaria.
“Hoy estamos recuperando ese gran acuerdo pluripartidario que logramos en 2022″, celebró Silvia Lospennato (PRO), una de las protagonistas del debate. Subrayó que “pasaron más de 6.000 días desde que se presentó en el Congreso el primer proyecto de boleta única” de la mano del PRO, y recordó que “con Mauricio Macri en el poder se empezó a sembrar la semilla del cambio”.
“Hoy es un gran día para la democracia”, coincidió el oficialista Nicolás Mayoraz, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, y agregó: “Vamos a coronar un trabajo muy importante que vienen haciendo desde hace muchos años el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y otros partidos. La Libertad Avanza puso su granito de arena al destrabar en el Senado esta ley que estaba durmiendo el sueño de los justos”.
El diseño de la boleta única será el que implementó Mendoza en 2023: en las filas horizontales estarán los cargos electivos, y en las columnas verticales, las agrupaciones políticas (en Córdoba es a la inversa). El orden de los partidos en la papeleta se definirá por sorteo. El elector deberá marcar los casilleros de los candidatos de su preferencia. Por un cambio realizado en el Senado, no figurará la opción de voto por lista completa.
La eliminación de este casillero fue cuestionada desde la UCR por Karina Banfi (Buenos Aires) y Carla Carrizo (CABA). “Cuando el elector entra al cuarto oscuro, hoy tiene dos cosas: puede votar todo el partido o puede cortar boleta. Ahora va a tener solo una opción: va a tener que armar el rompecabezas. No está bien. Le estamos dando menos, no más”, cuestionó Carrizo.
Por el contrario, el rionegrino Agustín Domingo (que responde al gobernador Alberto Weretilneck, quien forzó ese cambio en el Senado) consideró que la opción de lista completa “mantenía la esencia de la boleta sábana” y perjudicaba a partidos provinciales. En cambio, sostuvo que el diseño final de la boleta “le va a permitir al elector un voto más pensado” y “va a dar más calidad al resultado electoral porque va a evitar el arrastre”.
Para las categorías de presidente y vice se incluirá en la boleta el nombre y fotografía de ambos candidatos. En el caso de los senadores nacionales, se verán los dos titulares, también con imagen. Y para los diputados nacionales, figurarán los nombres de los cinco primeros de la lista, aunque solo tendrán foto los primeros dos. Las nóminas completas con sus respectivos suplentes se publicarán en afiches en el cuarto oscuro.
El jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, habló del “derrotero de tener fiscales por todos lados” y de la dificultad de que “las boletas no llegan a todos los lugares”. “Vamos a terminar con los curros de muchos partidos que pugnaban porque esta boleta no se aprobara”, destacó el cordobés.
La macrista Lospennato aportó cifras en ese sentido. Recordó que en la última elección presidencial compitieron 27 candidatos en las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) que recibieron aportes del Estado, pero solo cinco superaron el piso de votos para participar de la general.
Según la diputada, el Estado llegó a pagar por 212 millones de boletas en dos internas a presidente en las cuales, sumando a los dos candidatos que compitieron en cada una, sacaron apenas 23.000 votos. También advirtió que el año pasado se presentaron “288 listas” de parlamentarios del Mercosur. Por último, precisó que los partidos necesitan “más de 120.000 fiscales” en todo el país para cubrir una elección.
Unión por la Patria quedó aislado en el rechazo a la boleta única. La diputada Victoria Tolosa Paz denunció que hay “sectores que tratan de instalar que Argentina necesita cambiar su sistema de votación porque nos sometemos a un fraude electoral en cada elección”. Para la exministra, eso es “una mentira” porque “Argentina tiene un sistema electoral que puede ser perfectible pero tiene una solvencia que se demuestra en la alternancia de los presidentes”.
Su par Eduardo Valdés ratificó que el peronismo “nunca denunció fraude” y “se bancó los resultados electorales como corresponde, incluso cuando (Daniel) Scioli perdió con Macri por una mínima diferencia”. Además, advirtió: “Lo que funciona bien lo estamos queriendo cambiar por una tilinguería. Esto no es una demanda ciudadana, como sí lo son las jubilaciones dignas, los salarios y la educación pública”.