Luego del inicio de las manifestaciones en Brasil que fueron incitadas por los seguidores de Jair Bolsonaro pidiendo un golpe de estado para que saquen de funciones a Lula Da Silva, el presidente argentino Alberto Fernández envió su “incondicional apoyo” para el gobierno brasileño.
Así lo manifestó el jefe de Estado en su cuenta de Twitter, donde aseveró: “La democracia es el único sistema político que garantiza libertades y nos obliga a respetar el veredicto popular”.
“Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional”, añadió Fernández respecto a la toma del Palacio del Planalto, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (Corte Suprema), en Brasilia.
En esa línea, el mandatario expresó su “repudio a lo que está sucediendo en Brasilia” y manifestó su “incondicional apoyo y el del pueblo argentino a (el presidente brasileño) Luiz Inácio Lula da Silva frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando”.
“Como presidente de la Celac y del Mercosur pongo en alerta a los países miembros para que nos unamos en esta inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil”, exhortó.
El tuit de Cristina Kirchner a favor de Lula y comparando la situación con la toma del capitolio en Estados Unidos
Horas después de lo que comenzó en la capital brasileña, la que apareció en las redes sociales fue Cristina Kirchner quien comparó el hecho que se vivió en Brasilia, con la toma del capitolio en Estados Unidos a principios de 2021. La vicepresidenta señaló que “no es casual” que se tomen medidas violentas tras el resultado de una elección.
“Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena”, planteó la expresidenta de la Argentina.
“Quienes creemos en lo nacional, popular y democrático debemos darnos además un análisis profundo y descarnado frente a este fenómeno que más allá de la existencia de organizadores, financiadores y responsables (que siempre los hay) captura. A segmentos de la población (inclusive algunos en contra de sus propios intereses económicos) para jaquear la democracia”, agregó.