El oficialismo y la oposición dialoguista se encaminan a aceptar en la Cámara de Diputados los cambios que introdujo el Senado a la “ley Bases” con acuerdo del Gobierno y a insistir en la versión original del paquete fiscal. De esa manera, quedaría sellada la vuelta del impuesto a las Ganancias y no se privatizarían Aerolíneas Argentinas, el Correo ni los medios públicos. Al menos, por el momento.
Por los feriados de la semana entrante habrá casi nula actividad parlamentaria, pero continuarán las negociaciones por afuera con la mira en sancionar ambas leyes el próximo jueves 27, previo dictamen de comisiones el 25. Son las fechas que circularon tras el encuentro que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mantuvo el jueves con jefes de bloque y el titular de la Cámara Baja, Martín Menem.
El foco de la Casa Rosada está puesto en dos capítulos que el Senado volteó contra sus deseos: la restitución de Ganancias y los ajustes en el mínimo no imponible y las escalas del impuesto a los Bienes Personales. En el último tema estarían los votos para insistir: la versión original se aprobó por 36 de diferencia y en el Senado advierten que el apartado cayó por un error de cálculo del Gobierno.
En Ganancias se aproxima un debate más áspero, aunque Diputados también parece encaminado a desechar el cambio del Senado y reponer el impuesto, según consultas realizadas a diputados del PRO, la UCR y Hacemos. Uno de los participantes de la reunión del jueves confió que Francos habló de un “compromiso” en ese sentido con los gobernadores no patagónicos.
La votación original de Ganancias arrojó una diferencia más ajustada que la de Bienes Personales, pero sigue siendo un número difícil de revertir: 19 votos. Incluso hay diputados dialoguistas que habían dado su aval sin tener obligaciones con gobernadores y, pese al rechazo del Senado, ahora volverán a votar a favor. Un caso es el de Karina Banfi, vicejefa del bloque radical.
Sobre el tema se abrió además un debate constitucional acerca de si la Cámara de origen puede insistir en algo que el Senado rechazó. En el encuentro con Francos, el diputado democristiano Juan Brügge (Hacemos) expuso sobre el tema y aportó argumentos y antecedentes por el “sí”. La posición en contrario (que levantaron el abogado constitucionalista Andrés Gil Domínguez y el diputado radical y exjuez Fernando Carbajal) quedó en minoría.
En el paquete fiscal, el Senado también volteó un artículo para revisar el gasto tributario del Estado en una ley futura y aumentar la recaudación en un 2% del PBI. Fue un gesto de solidaridad hacia los fueguinos para mantener el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego. A diferencia de Ganancias y Bienes Personales, el rechazo en este caso fue por dos tercios de los votos. Diputados quedó lejos de poder insistir.
En la “ley Bases” la situación es diferente, porque todos los cambios introducidos por el Senado fueron avalados por el Gobierno a cambio de votos. Entre los principales puntos, la Casa Rosada aceptó modificar el RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones), no eliminar la moratoria previsional, y quitar a Aerolíneas, el Correo y RTA (Radio y Televisión Nacional) del listado de privatizaciones.
Uno de los participantes de la reunión con Francos quiso saber si el Gobierno tenía inconvenientes en que Diputados insistiera en la versión original de la ley. El funcionario insinuó que ese texto “era mejor”, pero no fue categórico. Aunque se lo repreguntaron, sus respuestas fueron vagas.
Como sea, el trascendido enfureció a los senadores que más trabajaron en los cambios, como Guadalupe Tagliaferri (PRO), quien forzó importantes correcciones (por ejemplo, la exclusión de los testaferros del blanqueo de capitales) y es además quien tiene en sus manos el debate sobre el pliego de Ariel Lijo para la Corte Suprema.
Sobre las privatizaciones
En el Senado, el recorte de las privatizaciones fue fruto de una negociación con Pablo Blanco (UCR), proveniente de Tierra del Fuego, una provincia dependiente de los servicios de Aerolíneas y el Correo. A cambio, el radical tuvo que votar a favor de delegarle facultades al presidente Javier Milei, después de haber dicho, en varias oportunidades, que se oponía.
En Diputados hay quienes quieren avanzar sobre Aerolíneas. Uno de ellos es el economista Martín Tetaz. “Algunos podrán decir, y a mi me suena razonable, que los cambios que fueron acordados en el Senado se mantienen. Otros sostenemos que Diputados puede insistir en la formulación original. Yo voté a favor de la privatización de Aerolíneas y me parece que es algo que tendría que avanzar”, sostuvo.
Sin embargo, la voluntad mayoritaria es la de mantener lo votado por el Senado. “Los acuerdos políticos se respetan”, sentenció un diputado de la UCR, a pesar de que (como Tetaz) está de acuerdo en privatizar Aerolíneas. Quedaría para una ley aparte, según deslizó también el propio Francos.
Que Diputados acate los acuerdos no es solo una cuestión de palabra: después de seis meses de discusión, en la Cámara Baja el agotamiento se hace sentir y ya no hay ánimos para abrir más discusiones. La intención en la oposición dialoguista es cerrar de una vez por todas el capítulo de la “ley Bases” para dar lugar a otra agenda y, seguramente, a reacomodamientos políticos.