La jueza federal María Eugenia Capuchetti rechazó conceder la prisión domiciliaria a Gabriel Carrizo, procesado con prisión preventiva como partícipe secundario del intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre pasado.
Carrizo seguirá detenido en el penal de Marcos Paz, luego que su defensa intentó obtener el arresto domiciliario pero la magistrada no aceptó el pedido por entender que todavía hay “riegos procesales”, informaron fuentes judiciales.
La decisión se tomó anoche luego que el fiscal del caso Carlos Rivolo y la querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se opusieron a que se le conceda ese beneficio.
Capuchetti fue recusada ayer en la causa que investiga el intento de asesinato del 1 de septiembre pasado por la querella de la Vicepresidenta.
La jueza dispuso que Carrizo siga detenido en una cárcel común porque evaluó que darle la prisión domiciliaria no resulta “suficiente para asegurar su comparecencia al proceso”
También sostuvo que debe “salvaguardar la investigación de posibles maniobras que la puedan entorpecer”, según su resolución.
Carrizo tiene procesamiento confirmado por la sala I de la Cámara Federal porteña, que cuando tomó esa decisión instó a la jueza a evaluar si era posible “morigerar” su prisión preventiva con alguna forma alternativa de encierro, como la prisión domiciliaria con tobillera electrónica.
Tras este fallo, la defensa de Carrizo pidió el beneficio que ahora negó la jueza.
Carrizo es el líder del grupo de supuestos vendedores de copos de nieve para el que trabajaban los coautores del intento de magnicidio, Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, los dos procesados con prisión preventiva por el hecho.
Al analizar la situación de Carrizo, los jueces consideraron los mensajes de WhatsApp extraídos de su celular por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en los que mostraba cierto nivel de conocimiento de los hechos y una supuesta participación en la planificación.
“Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal. Es un pelotudo”, le escribió en un chat a su hermanastra Andrea instantes después del ataque fallido en una secuencia de chats en la que también afirmó: “Mi amigo estuvo a un segundo de convertirse en héroe nacional, Andrea. Estuvo muy cerca. Falló el arma. No lo entiendo. Andaba bien”.