Santiago del Estero está conmocionado por el trágico fallecimiento de una niña de 9 años, Daiana Gómez, asesinada por su propia madre, quien declaró haberle dado “clonazepam con jugo”. Los resultados preliminares de la autopsia arrojaron que murió por sofocación.
La mujer confesó haberle dado ese medicamento -se presume que 4 pastillas de 2mg cada una- disueltos en jugo y “haberle tapado la boca y la nariz”. A raíz de la declaración, se esperaba que la autopsia determine si murió de sobredosis o asfixiada. Los resultados preliminares de este viernes inclinan la causa de la muerte a “sofocación”.
El hecho ocurrió en la ciudad de La Banda y María de los Ángeles Russo, madre de la víctima, quedó detenida. La mujer tendría problemas psiquiátricos, pero abandonaba los tratamientos ambulatorios.
Qué pasó con Daiana, la niña de 9 años
El caso se conoció este jueves por la mañana, cuando la policía llegó a la casa donde Daiana, de 9 años, vivía con su mamá y sus abuelos.
En ese escenario, la mujer que ya fue detenida declaró por sin ser presionada que le había dado clonazepam. “Le di clonazepam para que se muera, le tapé la boca así”, consigna El Liberal, medio santiagueño sobre lo acontecido.
La pequeña estaba estaba tendido sobre la cama en una de las habitaciones, sin signos de violencia visibles. La mujer estaba en un sillón, frente a la cama, observándola: había pasado toda la noche frente al cadáver.
Según los peritos, la muerte de Diana habría ocurrido entre ocho y 12 horas antes del hallazgo. Por lo que se presume que la ingesta de pastillas fue entre la cena y la hora de dormir. Fue su abuelo quien descubrió la macabra escena cuando el jueves por la mañana fue a despertar a su nieta para que vaya al colegio.
Investigación en curso
La fiscal Natalia Saavedra, a cargo de la causa junto al Dr. Álvaro Yagüe, declaró que por el momento hay “mucha información que chequear”. Especialmente se esperaba lo que pueda arrojar la autopsia, cuyos resultados preliminares difundidos este viernes hablan de “muerte por sofocación”.
Mientras los peritos trabajaban en la escena del crimen, vecinos y familiares se fueron acercando espontáneamente a la casa, conmocionados por la noticia. Una vecina contó que la nena “iba a tomar su primera comunión en noviembre”.
Según trascendió, la acusada estaba diagnosticada con esquizofrenia y había sido internada varias veces en centros psiquiátricos, pero solía abandonar los tratamientos ambulatorios. “Tenía episodios, pero nunca de violencia hacia su hija”, aseguraron testigos.
