Laura Cerati rompió el silencio sobre Diego, el joven enterrado en la casa lindera a la de Gustavo

La hermana del músico habló sobre el caso de Diego Fernández.

Laura Cerati rompió el silencio sobre Diego, el joven enterrado en la casa lindera a la de Gustavo
Laura Cerati rompió el silencio sobre Diego, el joven enterrado en la casa lindera a la de Gustavo

Tras conocerse el caso de Diego, un joven que llevaba cuatro décadas desaparecido y del que su familia no había sabido más, Laura Cerati, hermana del recordado músico Gustavo Cerati, se mostró bastante conmovida.

La hermana de Gustavo Cerati compartió en sus redes sociales una reflexión cargada de emoción. “Finalmente se supo”, escribió junto a un emoji triste, citando un fragmento de una nota que destacaba el papel clave que tuvo la difusión pública para esclarecer el caso.

Laura Cerati rompió el silencio sobre Diego, el joven enterrado en la casa lindera a la de Gustavo
Laura Cerati rompió el silencio sobre Diego, el joven enterrado en la casa lindera a la de Gustavo

Es que el caso de Diego tuvo bastante repercusión mediática tanto en Argentina como internacionalmente al conocerse que la casa de al lado fue parte de vida de Gustavo Cerati.

Un dato que, aunque sin relación directa con el crimen, sirvió para que el caso ganara visibilidad e interés. Eso pudo ayudar a que la investigación se pusiera en marcha y avanzara a gran velocidad hasta conocer la identidad y la historia del joven de 15 años y así darle un cierre a su familia.

La historia del joven enterrado en la casa lindera de Cerati

El hecho salió a la luz el 20 de mayo de 2025, cuando obreros que trabajaban en una obra en avenida Congreso 3742, en Buenos Aires, encontraron restos humanos a 60 centímetros de profundidad.

Diego, el joven encontrado muerto en la casa lindera a Cerati
Diego, el joven encontrado muerto en la casa lindera a Cerati

Junto al cuerpo, los investigadores hallaron objetos personales que ayudaron a reconstruir la identidad: una suela, un corbatín escolar, un reloj Casio de los 80, una llave y una moneda japonesa, amuleto popular entre los adolescentes de la época.

Tras un minucioso trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense y análisis de ADN, se confirmó que los restos correspondían a Diego Fernández Lima, un joven de 15 años visto por última vez en 1986.

El hallazgo no solo trajo respuestas a una familia que esperó durante 40 años, sino que también evidenció cómo un simple vínculo circunstancial con una figura pública puede reactivar el interés social y mediático en causas olvidadas.