Matías Ezequiel Martínez fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de Úrsula Bahillo. El expolicía asesinó de 15 puñaladas con un cuchillo de carnicero a la joven de 18 años.
El pasado 8 de febrero, luego de ser separado por una carpeta psiquiátrica de la fuerza policial, el hombre llamó a un familiar y afirmó: “Me mandé una caga...”. En un descampado había asesinado a Úrsula Bahillo y se encontraba junto a su cuerpo.
Este martes, desde las 10 de la mañana, en la sede del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Junín, los jueces Carina Piegari, Claudia Dana y Esteban Melilli dieron a conocer el veredicto por homicidio doblemente calificado que tiene una sentencia a cumplir de prisión perpetua.
El juicio comenzó el pasado 3 de dicembre y tuvo una sola audiencia donde declararon diez testigos, entre los que estaban el padre de la víctima y el propio Martínez. Allí el acusado declaró que no tuvo intenciones de matar a la joven y que ella “lo agredió”.
Una vez que terminó la ronda de testigos, el fiscal Terrón, pidió la reclusión perpetua para el ex policía que cometió el femicidio. Emiliano Basso, abogado que representa a la familia de Úrsula, acompañó el pedido del representante del Ministerio Público Fiscal.
Cómo fue el asesinato de Úrsula Bahillo
Úrsula fue hallada el lunes 8 de febrero cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a Martínez herido.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.
Al llegar al lugar, la policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto. Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.