La Argentina continúa conmovida por la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño de cinco años visto por última vez el 13 de junio de 2024 en un paraje rural de 9 de Julio, Corrientes. Ahora, una nueva pérdida reaviva la tristeza: murió Ika, una perra entrenada para misiones de búsqueda y rescate que fue parte fundamental del operativo desplegado en los primeros días del caso.
La noticia fue confirmada por Defensa Civil de San Isidro, cuerpo al que pertenecía Ika como integrante destacada de la unidad K9. Con apenas cinco años, la perra había formado parte de diversas misiones de alto riesgo y era reconocida por su valentía, disciplina y nobleza: “Despedimos a una compañera incansable, que dejó huellas profundas no solo en el terreno, sino en todos los que tuvimos el honor de trabajar con ella”, publicaron desde la institución en sus redes sociales.
Una vida dedicada a salvar otras
Ika fue entrenada desde temprana edad para operar en entornos complejos: zonas urbanas, rurales y áreas afectadas por catástrofes naturales. Su capacidad olfativa y su obediencia la convirtieron en un elemento clave de múltiples operativos. Su labor no solo era valorada por las autoridades, sino también por la comunidad que seguía de cerca cada paso en la búsqueda de personas desaparecidas.
Uno de sus momentos más destacados fue en el rescate de un turista extraviado en la zona del Río La Suela, donde logró encontrarlo con vida tras varias horas de rastreo. Esa intervención le valió el reconocimiento de las fuerzas de seguridad y del público en general.
La herida abierta del caso Loan
La desaparición de Loan Peña, ocurrida hace ya casi un año, continúa sin resolución y mantiene en vilo a todo el país. Desde el primer momento, se desplegó un operativo sin precedentes con la participación de Gendarmería, Policía, voluntarios, vecinos y perros rescatistas como Ika.
A pesar de los múltiples rastrillajes, pericias, hipótesis y declaraciones, hasta el momento no se ha obtenido ninguna pista firme sobre su paradero. Las teorías van desde un posible extravío hasta un hecho delictivo relacionado con trata de personas o encubrimientos familiares. Nada ha sido descartado del todo.
En ese contexto, la figura de Ika simboliza el trabajo incansable y silencioso de aquellos que, aún sin certezas, continúan buscando respuestas. Su muerte no solo entristece a quienes compartieron misiones con ella, sino que también reactiva la memoria colectiva sobre un caso que no debe caer en el olvido.
“Lo dio todo sin pedir nada”
“Ika era una perra muy inteligente, noble y leal. Siempre estaba lista para trabajar. Lo dio todo sin pedir nada a cambio”, aseguró un rescatista que la acompañó en varias misiones, según A24. Su testimonio refleja el profundo vínculo que se crea en las unidades de rescate, donde cada miembro —humano o animal— cumple un rol vital.
El fallecimiento de Ika se suma al agotamiento emocional que atraviesan los investigadores, familiares y vecinos involucrados en la búsqueda de Loan. Es un símbolo de compromiso, pero también del paso del tiempo sin respuestas.
