El comunicado oficial del club fue difundido en sus redes sociales y medios locales, donde la Comisión Directiva manifestó su “preocupación” por lo que consideran un mensaje equivocado hacia la comunidad deportiva. “Agredir, pagar y jugar no es el mensaje que queremos para nuestras categorías formativas ni competitivas”, señalaron con firmeza.
Aunque la norma en cuestión figura en el reglamento de la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), desde Quique Club consideran que su aplicación atenta contra los valores del deporte. “El básquet debe ser un espacio de respeto, formación y valores. Reafirmamos nuestro compromiso con el juego limpio”, remarcaron.
La sanción original, de 16 fechas, respondía a una conducta considerada grave durante un encuentro oficial. Sin embargo, el jugador involucrado volvería a las canchas tras pagar una multa de alto valor económico, lo que generó indignación en varios sectores del básquet local.
Desde el club también convocaron a “todos los actores del básquet” a reflexionar sobre el rumbo que está tomando la disciplina a nivel local. “Las decisiones que se toman hoy, construyen el deporte que tendremos mañana”, subrayaron.
En medio de la polémica, Quique Club se prepara para disputar el tercer y decisivo partido de su serie de playoffs, destacando que lo hará “como lo hizo todo el año: con compromiso, respeto y como un equipo unido”. La campaña del club durante la temporada ha sido ampliamente valorada por su propuesta deportiva y formativa.
La situación abre nuevamente el debate sobre los límites entre lo reglamentario y lo ético, y pone en el centro de la escena el rol que cumplen las instituciones a la hora de preservar los valores fundacionales del deporte.