Tras una intensa pelea en la que hubo gritos, golpes y hasta amenazas entre las internas Nahir Galarza y Griselda Bordeira, la presa procesada por narcotráfico que había sido trasladada, tuvo que volver a compartir el mismo pabellón que la joven que mató a Fernando Pastorizzo.
La directora de la Unidad Penal N° 6 de Paraná "Concepción Arenal", alcaide mayor Diana Ester Tonetti, reunió a ambas reclusas en una conciliación para aplacar los ánimos y cesar los incidentes, en la mañana del miércoles. Informó Uno.
De esta manera, ambas mujeres actaron la instancia y Bordeira volvió al pabellón, que, según relataron desde la Unidad Penal, tendría más seguridad a partir de ahora.
Además, Tonetti comentó que tuvo un diálogo con las presas en el que se les marcó las pautas de conducta y convivencia que deben tener, las mismas que fueron aceptadas y firmadas mediante acta un de compromiso por las reclusas.
El mortivo que habría ocasionado el disturbio, habría sido "temas de mujeres, por lo que se resolvió que una tenía que salir del pabellón", relató la autirodad del la Cárcel. A su vez, todo habría empezado cuando Nahir escuchaba música con auriculares y la otra reclusa habría comentado algo al respecto y ambas empezaron a discutir.