Mario Miguel Stasiak de 56 años falleció producto de tres disparos a quema ropa en Colonia Tacuara, municipio de Colonia Alberdi, causa por la cual está detenida su esposa, Lidia Elizabet M. de 57 años, quien se encuentra alojada en sede policial desde el sábado, la cual está seriamente complicada por las pruebas recolectadas.
Los investigadores analizan los posibles móviles del homicidio del colono, sin embargo, la hipótesis más fuerte es que el crimen se cometió producto de una discusión entre la detenida y la víctima, por un menor fruto de una relación extramatrimonial, al cual Stasiak mantenía económicamente. Los investigadores no descartan la premeditación.
Los propios hijos de Stasiak, declararon que desde hacía varios años su padre mantenía una relación sentimental con una vecina y fruto de ello tuvo un hijo extramatrimonial, además según sus relatos, el hombre se veía asiduamente con la madre de la criatura, lo que generaba constantes roces y peleas con la sospechosa.
Uno de los hijos de la pareja declaró que conociendo los problemas que tenían sus padres e incluso trató de interceder y le pidió a la madre, principal sospechosa del caso, sacar el arma de la casa, pero la acusada le habría dicho que ya no tenían el revólver.
A partir del testimonio de un peón se determinó que el viernes alrededor de las 19 Stasiak lo dejó en su casa, situada cerca de su propiedad, aunque recién pasadas las 22 el productor arribó a su propia chacra. Se presume que su esposa, sabiendo que la amante también vivía cerca, le reprochó la demora y desató la tragedia.
Hasta el momento la mujer se aferra a la versión de un asalto, donde supuestamente un hombre vestido de negro entró al lugar y mató a su esposo para luego robarle 60 mil pesos, argumento casi descartado por los investigadores.
Hay muchas pruebas en contra de la implicada que la complican seriamente, como ser el dinero encontrado en el allanamiento a la morada lo que descarta el supuesto robo, además del arma encontrada en el interior de una cocina a leña en desuso.
También la prueba de parafina que arrojó positivo para rastro de pólvora en la acusada, y las serias contradicciones en el testimonio de la mujer con las pericias realizadas por los investigadores que no descartaron que haya actuado con premeditación, lo que agravaría su situación penal.
El cadáver de Stasiak presentaba tres orificios bala: uno en el costado izquierdo del cuello, con salida en el rostro; otro en el dorsal izquierdo del pecho y un tercero en la parte anterior del muslo derecho.
Según las pericias realizadas en la escena del crimen y en el cadáver, el lugar y la posición del cuerpo no coinciden con los relatos de la esposa de Stasiak, ya que la víctima estaba sentada en la sala y no atinó a defenderse.
Además, en un primer análisis al arma encontrada en la vivienda se determinó que el revólver 22 largo poseía signos de haber sido utilizado recientemente, según precisó una fuente con acceso al expediente.
Sólo resta confirmar si los proyectiles extraídos del cuerpo en la autopsia son compatibles con los del arma encontrada en la casa.
El expediente está a cargo del juez de Instrucción Dos de Jardín América, Roberto Sena y en el día de hoy Lidia Elizabet M. (57) sería conducida hasta el juzgado interviniente para ser notificada de la causa en su contra, oportunidad en la que designará a su defensa y podrá declarar o abstenerse.
Fuente: El territorio