Efectivos de Gendarmería Nacional incautaron los libros de la comisaría de Capioví, en el marco de una investigación por presuntas torturas. Las denuncias apuntan contra el comisario Aldo Galeano, jefe de la dependencia, el cual aún continúa en el cargo.
La denuncia fue realizada por un hombre que tras fugarse en septiembre del año pasado de la comisaría de Ruiz de Montoya, donde se encontraba detenido por una serie de delitos contra la propiedad, fue recapturado cinco días después y enviado a la comisaría de Capioví.
En el transcurso de los acontecimientos, el hombre presentó una denuncia ante el Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América, alegando que había sido víctima de torturas y amenazas de muerte por parte del comisario Aldo Galeano, quien era el jefe de la comisaría de Capioví.
La denuncia se centró exclusivamente en el mencionado funcionario, quien ya posee otras acusaciones de la misma índole, según confirmó la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT).
En relación al caso del hombre que se había fugado de la comisaría de Ruiz de Montoya, un informe médico corroboró la existencia de golpes y excoriaciones en varias partes de su cuerpo, incluyendo los testículos. Como medida para proteger al detenido, el juzgado ordenó su traslado desde la Unidad Penal VII de Puerto Rico. El 4 de mayo pasado, finalmente, fue alojado en la Unidad Penal II de Oberá.
Recientemente, en el marco de la investigación, agentes de la Gendarmería Nacional confiscaron los registros de guardia de la comisaría de Capioví y tomaron fotografías de las instalaciones, entre otras medidas dispuestas por la fiscalía. La intervención de esta fuerza federal tiene como objetivo garantizar una investigación exhaustiva.
Aunque la Jefatura de Policía inició una investigación interna de manera simultánea, hasta el momento el comisario Galeano sigue al mando de la misma dependencia.
Según información suministrada por la CPPT, el mencionado funcionario cuenta con al menos dos expedientes abiertos por casos de tortura, los cuales están siendo seguidos de cerca por el organismo provincial.
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En noviembre del año pasado, una mujer residente del barrio Santa Rita de Puerto Rico denunció que su pareja había sufrido malos tratos en la comisaría de Capioví. Se trata de un albañil de 28 años que fue arrestado junto con su hermano y otros familiares por presunta resistencia a la autoridad en los predios de una estación de servicio en dicha localidad.
A raíz de este caso, la CPPT presentó una queja ante la Jefatura de Policía, señalando posibles actos de maltrato por parte del comisario Galeano y uno de sus subordinados, además de acusar a los agentes de violencia de género. En la misma presentación se dejó constancia de que otros detenidos también habían denunciado abuso de autoridad.
Fuente: El Territorio
