En el año 2021 se encontró la partida de nacimiento de un héroe Malvinas. Se trata del teniente Eduardo De Ibáñez, un piloto que vivía en Buenos Aires, pero que en realidad había nacido en la localidad de Las Lajas, en Neuquén. Durante la guerra piloteó el bombardero Canberra MK-62 que partió el 1 de mayo de 1982 para evitar que los ingleses llegaran a las Islas. El neuquino fue ascendido a primer teniente post mortem y condecorado con la cruz de la Nación Argentina al Valor en Combate.
En la partida de nacimiento consta que Eduardo Jorge Raúl De Ibáñez nació el 7 de abril de 1957 en la localidad neuquina de Las Lajas. Su familia era de Ciudad Evita, partido de La Matanza en la provincia de Buenos Aires. En el 57 llegaron a Neuquén donde nació Eduardo.
“El papá era médico y antes de que cumpliera un año, abandonaron Las Lajas y se volvieron a Ciudad Evita. De hecho el Centro de Veteranos de Malvinas de Ciudad Evita lo reivindica como porteño, incluso hay calles con su nombre. En el imaginario colectivo, De Ibáñez es de la Provincia de Buenos Aires pero su partida de nacimiento dice que nació en Las Lajas”, dijo Mario Flores Monje, integrante de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas de Neuquén.
El piloto neuquino que intentó evitar que los ingleses llegaran a las Islas Malvinas
El medio LM Neuquén contó que De Ibáñez ingresó a la Escuela de Aviación Militar el 3 se febrero de 1975. En 1978 entró como Alférez en el Cuerpo Comando del Escalafón General. El 16 de agosto de 1979 recibió el título de Aviador Militar y el 28 de diciembre hizo el Curso de Estandarización de Procedimientos para Aviadores de Combate (CEPAC). En 1980 su destino fue el Grupo Base 2 en la Segunda Brigada Aérea y el 31 de diciembre de 1981 fue ascendido a Teniente.
En 1982, De Ibáñez, fue uno de los pilotos de los aviones bombarderos Canberra MK-62 que salieron en una misión de ataque el 1 de mayo. Habían despegado desde Trelew con destino Islas Malvinas, con la misión de evitar que los británicos llegaran a la costa.
El comodoro Eduardo García Puebla, piloto que integró la misión que llevó adelante De Ibáñez, contó que ese 1 de mayo de 1982 se realizó el primer ataque de la Fuerza Aérea en la guerra, “que desplegó sus aviones en respuesta a las operaciones de la aviación británica y al cañoneo de fragatas inglesas que intentaban desembarcar en Puerto Argentino”.
De Ibáñez piloteaba el Canberra MK-62, de nombre “Rifle”, junto con su navegante, el teniente Mario Hipólito González. Poco antes de llegar a destino, fueron interceptados por dos aviones británicos Sea Harrier FRS-1. El Sea Harrier ZX451 lanzó un misil AIM-9 Sidewinder que impactó al avión de De Ibáñez y González. Fueron derribados y los pilotos cayeron, perdiéndose en las aguas del Mar Atlántico.
El comodoro García Puebla contó que los Canberra MK - 62 eran “viejos, incómodos y pesados aviones que no tenían misiles sino bombas para lanzar cuando estaban sobre el objetivo. Además, estaban imposibilitados de comunicarse por radio ante la probabilidad de ser detectados por los ingleses y, al no contar con instrumentos electrónicos, debían volar rosando el nivel del mar a riesgo de que el avión se desintegrara”.
El reconocimiento al héroe neuquino
De Ibáñez fue ascendido a primer teniente post mortem y el 11 de abril de 2002 fue condecorado con la cruz de la Nación Argentina al Valor en Combate por ley 25.576 .
En Neuquén, el espacio verde ubicado sobre la calle República de Italia al 5400 fue llamado “Primer Teniente post-morten Eduardo Jorge De Ibáñez”. Además se designó a ese lugar como “Primer Teniente Mario Hipólito González”, el navegante del avión que piloteaba el nuevo héroe neuquino.
¡Queremos contar tu historia! Nos interesa lo que tenés para contarnos, escribinos a historias@viapais.com.ar y un periodista de nuestra redacción se va a comunicar con vos.
Notas relacionadas
