La casa de Gran Hermano se convierte en el epicentro de tensiones y emociones a medida que Sabrina Cortez, participante del reality, enfrenta las consecuencias de un acercamiento con Alan Simone en el dormitorio. La situación ha dejado a Sabrina angustiada por su relación de más de 8 años con Brian, quien la estaba esperando afuera de la casa.
Es que la noche del domingo pasado fue testigo de un momento íntimo entre Alan y Sabrina dentro de la casa de Gran Hermano, un episodio que ha dejado a la audiencia en vilo sobre el futuro de la relación de Sabrina con Brian y las consecuencias dentro y fuera del programa.
La complicada relación entre Sabrina y Alan ha llevado a la mendocina a abrir su corazón a los espectadores del programa, expresando su preocupación por el impacto que esto pueda tener en Brian. En el confesionario, Sabrina compartió: “No sé cómo le puede estar afectando esto”. La participante hizo énfasis en la importancia de la salud mental de su novio.
La situación se vuelve aún más delicada al coincidir el acercamiento con Alan con el octavo aniversario de Sabrina y Brian. La participante del reality reveló que antes de ingresar a la casa, ella y Brian discutieron sobre la exposición de las relaciones en el programa, especialmente después de los eventos relacionados con el novio de Juli Poggio.
Unos días muy cargados para Sabrina
Aunque Sabrina no logró llegar a la final de la prueba de líder debido a un dolor en la mano, sus preocupaciones y sentimientos han generado una atmosfera tensa dentro de la casa de Gran Hermano. Durante la competencia, Sabrina bromeó sobre querer tener las manos en buen estado para ciertas actividades.
La participante también compartió con Agostina Spinelli que el día de la prueba coincidía con el octavo aniversario de su relación con Brian. Esta revelación se hizo en medio de una situación donde Sabrina enfrenta las consecuencias de su intimidad compartida con Alan.