A más de dos años del asesinato de la pequeña Naiara Ortíz, la Justicia condenó a su madre, María Isabel Ortiz (29). El crimen de la beba de 1 año y nueve meses se produjo en su casa de Rivadavia, en junio de 2020; y ahora la mujer fue condenada por el delito de “abandono de persona, seguido de muerte agravado por el vínculo”.
Cuál fue la condena que recibió la madre de Naiara Ortíz
La pena que le impuso la jueza técnica del debate, María Victoria Franano, durante la audiencia de cesura que se realizó la semana pasada en los tribunales de San Martín, fue de 6 años y 8 meses de prisión.
El 21 de octubre pasado, un tribunal popular, tras una semana de debate, consideró que la mujer era “culpable”, por lo que dejó abierto el camino a una condena, pero no por el delito de “homicidio por omisión, agravado por el vínculo y omisión”, sino por “abandono de persona seguido de muerte agravado por el vínculo”.
De esta forma, no solo la madre de la pequeña Naiara deberá cumplir con una pena de cárcel efectiva, sino también su novio Miguel Ávila (37), quien decidió no participar del debate de juicio por jurados y someterse a un juicio abreviado.
En esta modalidad, Ávila se declaró culpable y fue condenado a prisión perpetua por homicidio agravado por alevosía, luego de un acuerdo entre la fiscal Valeria Bottini y su superior, el jefe de la Fiscalía de Rivadavia-Santa Rosa, Mariano Carabajal, y el defensor oficial que asesoró al condenado.
Cómo fue el crimen de la pequeña Naiara Ortiz
En la tarde del sábado 20 de junio de 2020, María Isabel Ortiz llevó a su hijita Naiara a la guardia del hospital Saporiti de Rivadavia diciendo que presentaba una deshidratación. Pero los médicos, al verla notaron la gravedad de la situación y la trasladaron al hospital Perrupato de San Martín. Allí los pediatras que la trataron poco pudieron hacer por Naiara, quien falleció el domingo a las 16.
La necropsia realizada en el Cuerpo Médico Forense reveló el cuerpo de la niña presentaba una fractura de cráneo, tres costillas rotas y graves lesiones en el hígado y en los riñones. Luego se determinó que la causa de la muerte fue un shock hipovolémico producido por las graves lesiones internas. Los traumatismos se habrían producido con un “objeto contundente” y tal vez también con golpes de puño.
La madre de la criatura declaró ante los fiscales que la nena se había caído dos veces y detalló que la primera caída fue en la finca donde vivía el novio, en el distrito Los Campamentos, lugar en el que la pareja y la niña estuvieron entre el 13 y el 20 de junio, según contaron dos testigos.
Ortiz alegó que esa caída de la beba fue el miércoles 17 por la tarde en una pileta sin agua que tiene una profundidad de 30 o 40 centímetros. En su relato les aseguró a los investigadores que cayó de espaldas, mientras jugaba sola.
Luego, sobre la segunda caída dijo que la misma se produjo en la finca del distrito La Colonia, donde ella vivía con su hija y su padre. Pero que en esa oportunidad solo fue sobre unos palos de una viña y, como la primera, de espaldas.
Pero cuando llevó a su hija al hospital Saporiti nunca habló de las caídas, sino de vómitos y deshidratación. Las pruebas científicas no coincidieron con la versión de la madre. La cronología de los hechos tampoco.
Ortiz alegó dijo que las caídas se produjeron el miércoles y el sábado, pero la pericia sostiene que los golpes se habían producido 24 o 48 horas antes de la muerte, es decir, el viernes cuando estaba en la finca donde vive el novio y el sábado cuando estaba en la finca de ella.
La línea 102 sirve para denunciar casos de violencia infantil: se trata de un servicio es gratuito y confidencial, con atención especializada sobre los derechos de niñas, niños y adolescentes.