Gabriela Carmona y Brisa Moyano son dos mujeres imprescindibles para la vida de más de 1.000 niños y sus respectivas familias. Son las referentes de dos merenderos, Gabi en El Algarrobal (Las Heras) y Brisa en Phillips (Junín), y se desviven no solo cocinando, sino también consiguiendo mercadería para que todos los niños en situación de vulnerabilidad de ambos distritos puedan tener algo de comida en sus platos diariamente. Y hace más de un mes se propusieron una meta que no asomaba como nada simple, pero, si de desafíos se trata, no hay imposible para estas dos mujeres. ¡Y menos si se trata de ayudar a los demás! Cada una de ellas se propuso colectar los ingredientes y la mercadería necesaria para preparar huevos de pascua que pudieran entregar para esta Semana Santa.
Como no podía ser de otra manera, lo lograron y entre las dos prepararon más de 1.000 huevos de pascuas que les permitirán a los niños de las zonas donde cumplen sus funciones pasar unas verdaderas felices pascuas este domingo.
Por y para los demás
Con gran precisión y exactitud –pero, principalmente, con emoción-, Gabriela Carmona (del merendero Horneritos, de El Algarrobal) resalta que llegó al objetivo e, incluso, lo superó. “Preparamos 746 huevos de pascua, todos del mismo tamaño y con confites y relleno de bonobón”, cuenta con orgullo. Hace dos semanas se puso en campaña para conseguir los ingredientes y poder prepararlos, y este miércoles –antes del inicio de la Semana Santa- los repartió en las instalaciones del lugar a los niños que fueron a buscar su plato de comida. “Estuvo justo la gente del Banco de Alimentos, ¡nosotros no sabíamos que iban a venir! Y no solo que vieron como venía más gente de la que asistimos siempre, sino que también se llevaron un huevo de pascuas”, rememora Gabi sobre un miércoles inolvidable, ese mismo que tuvo a muchos de los chicos del lugar que quisieron no ir a la escuela para no perderse la entrega de los huevitos (ya les habían avisado que ese miércoles tendrían el regalo).
“Todo empezó hace dos semanas y desde cero. Vi que un merendero pedía padrinos para poder conseguir gente que done los huevos de pascua y me puse a pensar en que tenía que hacer algo yo también. Pero no quería que la gente traiga los huevos, sino que la idea era prepararlos para que todos sean iguales y no haya chicos que reciban un huevo más grande”, cuenta Gabriela, quien vive en El Algarrobal.
Fue en ese momento en que Gabi decidió comprar los ingredientes para preparar ella misma un súper huevo de pascuas, grande, sortearlo y destinar el dinero de los números que comprara la gente para comprar ella el chocolate y preparar también los huevos que repartiría entre los chicos del lugar. “Juntamos 15.000 pesos, ¡mucha plata! Y cuando fui a comprar el chocolate, me alcanzó para 16 kilos. Yo sabía que necesitaba –por lo menos- el doble para la cantidad que quería hacer. Y cuando estaba en mi casa pensando en cómo solucionar la situación llegó un hombre que siempre nos ayuda (y a quien no le gusta que lo nombremos) y me dejó total 6 cajas más, ¡24 kilos de chocolate, lo que nos permitió llegar a 40 kilos en total!”, resume Gabi con la misma alegría que experimentó mientras bajaba esa mercadería.
Una vez que tuvo los ingredientes consigo, la referente social compró moldes del número 8 (un huevo de tamaño mediado) y durante dos semanas se dedicó a preparar los huevos de chocolate, con la ayuda de las otras voluntarias que se desempeñan en Horneritos. “Estuvimos 13 días preparando los huevos, algunos días hasta las 3 de la mañana y sin sábados ni domingos. Cuando no nos quedó nada de chocolate, dejamos de hacer. Y ahí me di cuenta de que habíamos hecho 746 huevos”, cuenta.
El número superó al de la cantidad de chicos que suele asistir a Horneritos. “Los entregamos este miércoles y acá, en Horneritos, entregamos 580. A los otros los donamos a otro merendero –de La Rosa Mística-, para ayudar. Es una mamá que siempre nos da una mano, y también le donamos un huevo de pascua grande para que pueda sortear y juntar fondos para el funcionamiento diario”, sostiene Gabi Carmona.
El mismo miércoles, la mujer se despertó a las 6 para terminar de elaborar los huevos y, en esos 13 días, hasta se enfermó y todavía le dura el cansancio. Pero, como ella dice, valió la pena. “Terminé en cama, pero feliz por lo que pudimos conseguir entre todos. Es cierto que todo cuesta, pero si entre todos ponemos un granito de arena –no es solo el prepararlos, sino la gente que compró los números y el voluntario que hizo la donación-, todas esas manos pueden hacer mucho”, concluye Gabi.
En Phillips también tendrán unas felices pascuas
Brisa Moyano, del merendero María Silvia (Phillips, Junín), tiene todo listo para repartir los huevos de pascua y las roscas que ella misma elaboró durante las últimas semanas. Aquí la entrega se hará el mismo Domingo de Pascuas.
“¡Me siento muy feliz! Anoche (por el viernes) terminé de preparar las roscas cerca de las 2 de la mañana y me fui a acostar con una sonrisa de oreja a oreja. Esta mañana me desperté temprano para empezar a armar los huevos de pascua y voy a repartir todo mañana. Voy a citar a los chicos con sus mamás para que pasen a buscarlas por el merendero”, cuenta Brisa a Vía Mendoza, con entusiasmo y en una pausa que se toma en el armado de los huevos de pascua. En total, la mujer de 42 años y quien desde hace 15 es la referente del merendero de este distrito del Este pudo preparar 250 huevos de pascua y 120 roscas. “¡Pude cumplir mi objetivo gracias a la ayuda de toda la gente, y estoy muy feliz!”, repite una y otra vez.
También Brisa recurrió a la ayuda y solidaridad de los demás para poder comprar chocolate y moldes para los huevos, harina y huevos para las roscas de pascua. “Pudimos cumplir el objetivo y sé que mañana va a ser un gran día, en especial cuando los chicos reciban sus huevos y su rosca”, concluye Brisa.