Mar Tarrés estuvo de visita esta semana en Mendoza y, si bien vino a trabajar, disfrutó de su paso por la provincia. La humorista viajó a dedicarle tiempo a su local de ropa de talles grandes en el microcentro y a programar su próximo show de Minas Jodidas, pero aprovechó para disfrutar del buen vino mendocino y se llevó el cariño de la gente que la conoce y la sigue desde sus comienzos.
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La actriz se tomó un ratito para dialogar con Vía Mendoza y lo primero que resaltó es que el próximo viaje lo va a programar para pasar más tiempo en la provincia.
“Mendoza para mí es un bálsamo. La gente me para en la calle y me saluda como si me conociera de toda la vida”, resaltó Mariana. “La próxima vez voy a tener que venir por más días porque siempre me queda corto el tiempo”, contó.
Tarres hará una gira por el interior del país con su show y en los próximos días cerrará la fecha en Mendoza. En un principio sería para septiembre y podría ser en el teatro Selectro, donde ya actuó en otras oportunidades.
Mar, una influencer “body positive” que rompe con estereotipos
Prácticamente desde el inicio de su exposición en redes sociales, Mar Tarres levanta la bandera del “body positive”, que consiste básicamente en aceptar el cuerpo de cada uno para poder ser feliz y vivir plenamente.
En su Instagram tiene más de un millón de seguidores y con ellos comparte a diario sus reflexiones y vivencias sobre ser gordo y aceptarse, y da el ejemplo con su forma de vivir la vida. Si bien no fue fácil para ella hablar abiertamente de su peso, subir fotos en bikini o en ropa interior, entiende que todo fue parte de un proceso que “hacés prácticamente durante toda tu vida”, sentenció.
La niñez y la secundaria de la modelo estuvo marcada por el bullying y el odio a su cuerpo: “Mi deseo era ser flaca, pero después mi cuerpo me fue demostrando que podía bajar unos kilos, pero nunca ser flaca”.
A los 18 años, cuando murió su papá, recién pudo empezar a transitar un camino diferente que la llevó a hoy poder ser un ejemplo para muchas mujeres que se sienten identificadas con ella.
“Como familia fuimos discriminados y burlados. Pasamos cosas horribles injustamente y en su momento creía que eso estaba bien, que nos lo merecíamos por gordos y por tener un papá gordo”, confesó la influencer.
Pero su papá fue un ejemplo para ella porque “él siempre buscó hacernos felices a nosotros y ser feliz él más allá de las adversidades. Y de eso se trata la vida. Eso me enseñó mi papá y quiero transmitirlo al mundo”.
“Fue un proceso muy lento desde mis 18 años, pero el autoestima se construye todos los días. Por años me escondí para comer, tengo 34 años y me pase casi toda mi vida tapándome. Y el clic no fue de un día para el otro. Creo que la primera vez que me animé a subir una foto en malla y encima enteriza fue en 2017, no hace tanto”, contó sobre su proceso interno.
“Con la gordura todo el mundo cree que puede ser opinólogo y puede decir lo que se les cruza por la cabeza. Vivimos en un mundo donde ser delgado es un privilegio. Nosotros tenemos que vivir dando explicaciones de nuestra salud y de nuestro cuerpo, y ese es nuestro problema. Si vos tenes un problema con la gente gorda, resolvelo vos”, cerró.
Su paso por Showmatch, un show impensado para los gordos
Si bien Mar ya era conocida por su trabajo y su activismo, este año fue parte de Showmatch La Academia y su paso por el programa de Marcelo Tinelli no pasó desapercibido. La empresaria logró romper con los estereotipos de mujeres que participan de este show y sintió que “gané un lugar en la tele que comúnmente no se lo dan a las personas gordas”, dijo.
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“Creo que la televisión cambió mucho y no solo Marcelo, sino también otros conductores que entendieron el tema de la cosificación y la revolución feminista. Y mucho de lo que se veía antes en televisión hoy no se ve”, reflexionó acerca de por qué pudo ser parte de un show televisivo en el que antes los cuerpos como el de Mar no estaban bien vistos.
Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para terminar con esa concepción que está impuesta desde hace décadas. “Este año si bien no veo a Tinelli cosificando a la mujer, lo que sí sigo viendo son los mismos estereotipos de mujeres dentro del show. Cucho (de Los Auténticos Decadentes) y yo éramos los únicos que rompíamos con eso, de hecho fuimos a los que rajaron más rápido del programa”, dijo Mar.
“Con todas nuestras limitaciones hacíamos todo lo posible para bailar y creo que ese era el mensaje. Poder mostrar que pese a las limitaciones, cada uno puede a su manera y que no hay una sola manera de bailar”, reflexionó sobre su paso por el programa del Trece.