Gladys Santos García, la mujer rivadaviense que plasmó en papel el accidente de su hija ocurrido hace más de 30 años, presentó su libro “Mi pequeña entre la vida y la muerte: noventa días al límite” en el teatro Luis Encio Bianchi de Rivadavia y emocionó a los mendocinos.
La escritora estuvo acompañada de sus seres queridos y el evento contó con la presencia del intendente del departamento del este Miguel Ángel Ronco. Además, fueron invitados los doctores allegados al caso. La presentación del libro conmovió a todos, y no faltaron los apalusos, las lágrimas y los abrazos.
Gladys subió al escenario junto a Fernanda Bustos, la autora de “Cuentos de nunca acabar, con un final feliz”, a su sobrina nieta e ilustradora del libro Julieta Lilian González, y a su acompañante en bioneuroemoción Gabriela Verónica Bustos.
Hace 38 años su hija sufrió un grave accidente, que hasta el momento fue único en el mundo, y las posibilidades de salvar su vida eran pocas.
Hoy, Gladys contó la historia de lucha y cómo trajo de vuelta a la pequeña para agradecer a cada una de las personas que estuvieron con la familia en ese difícil momento que les tocó atravesar. La mujer que cumplió su sueño, rodeada de sus seres queridos y allegados.
La emoción de la autora Gladys García durante la presentación de su primer libro
Fernanda Bustos, la escritora que acompañó la presentación de “Mi pequeña entre la vida y la muerte: noventa días al límite”, comentó sobre Gladys García: “Una escritora, una niña con sueños, algunos olvidados y otros logrados. Fue hija, ocupada y dedicada a sus padres y hermanos; fue madre, madre leona, guerrera, luchadora”.
“Hoy a la vista está en el reflejo de lo que son sus hijos. Fue esposa, amante, soñadora, lujuriosa y luchadora, compañera de Antonio en toda la extensión de sus vidas. Fue emprendedora, llegando a formar junto a su esposo un negocio familiar exitoso”, expresó Bustos.
“Lo que nos convoca hoy es conocer a Gladys como escritora y autora: la mujer que logró plasmar en un papel sus sentimientos y emociones luego de 38 años, para demostrar que cuando una lucha con todas sus fuerzas por sus sueños, los puede lograr”, cerró.
Luego invitaron al escenario a Julieta Lilian González, su sobrina nieta e ilustradora del primer libro de la autora rivadaviense, y a Gabriela Verónica Bustos, diseñadora gráfica, licenciada en modas y acompañante en bioneuroemoción y creadora de métodos de formación de recalibración cuántica energética y autora.
Gladys García se emocionó al agradecer a cada una de las personas que estuvieron para la familia en ese complicado momento de sus vidas y a quienes la acompañan hoy: “Gracias por acompañarme en este momento tan importante y emotivo para mí, agradezco enormemente”, expresó.
La autora destacó que lo único que pidió a Dios fue la vida de su hija “y lo demás se arreglaría”. Agradeció a Eliana, la mujer que sufrió el accidente hace más de 30 años, “por ser una guerrera de la vida”.
Además, agradeció a su padre fallecido y a su madre, quien estuvo presente en la presentación, a sus hermanos y cuñadas: “principalmente a mi hermana Mirta y mi amiga Lita, quienes cumplieron la función de mamá de mi hija Toti durante el tiempo que estuve ausente”.
También nombró a sus otros dos hijos, Roxana y Emiliano, por el “apoyo incondicional”, y a su marido Antonio “por los momentos de llanto al recordar esta historia”.
La autora continuó sus agradecimientos: su primo médico la acompañó, como así también todos los doctores implicados en el caso, quienes pusieron “alma, corazón y profesionalidad”. Además agradeció a Fernanda Bustos y a Julieta González.
“Agradezco a la vida y al universo, que nos permitió traerte de vuelta a casa Eliana, hija querida. Gracias a todos”, terminó la autora y la sala se llenó de aplausos.
Fragmentos de “Mi pequeña entre la vida y la muerte: noventa días al límite”
Los nietos de Gladys le pusieron voz a la obra. Nicolás, Bianca y Morena, hijos de Eliana, compartieron algunos fragmentos con el público presente en el teatro Luis Encio Bianchi.
“Luego de cuatro horas de operación, llevaron a Eliana a una sala común donde se encontraban otros niños. Salió el doctor y solo nos pidió que la tocáramos para verificar que siempre estuviese tibiecita, y se fue sin dar una explicación ni un parte médico”, comenzó el mayor de los hijos de Eliana.
“Otro cirujano que había participado en la operación se nos arrimó y nos dijo: si fuera mi hija la llevaría a Buenos Aires, no pierdan esa oportunidad. Ya se había hecho la noche. Como era el mes de julio y era invierno, pronto oscureció. Mientras tanto, las horas pasaban atentando contra las posibilidades de mi hija”, cerró Nicolás.
Morena, la segunda hija de Eliana, leyó: “El primer parte médico fue que nos iban a derivar de vuelta a Mendoza, ya que había un solo vasito sanguíneo que funcionaba y el cuero cabelludo estaba en malas condiciones debido a la mala praxis practicada durante los primeros auxilios en Mendoza”.
“Era difícil que el resultado a tan devastador panorama fuera favorable. Las palabras que salieron de mi boca hacia mi primo fueron: dile que hagan ellos lo que tengan que hacer porque yo no me vuelvo a Mendoza para ver morir a mi hija”, cerró la joven.
La más pequeña de los hijos de la mujer leyó el último fragmento: “Mi esposo me tomó la mano, quedando la estampita en el medio, y nos abrazamos llorando. En realidad, llorábamos todos, mi primo también se nos unió en el abrazo”.
Uno de los médicos les dijo a sus padres: “Esto va para largo, los vamos a acompañar al hospital de niños Ricardo Gutiérrez, donde va a quedar internada en terapia intensiva. Fue muy triste y doloroso para nosotros recibir esta noticia”, cerró Bianca.
Gladys Santos García logró plasmar en un papel la historia del accidente de su hija luego de 38 años para agradecer a todos los que estuvieron con la familia durante los difíciles momentos que les tocó atravesar. Presentó su libro “Mi pequeña entre la vida y la muerte:noventa días al límite” y conmovió a los mendocinos.