Flor Dibattista es mendocina, tiene 29 años y es licencianda en Relaciones Institucionales. Sin embargo, su fama y exposición ha crecido por medio de su proyecto “Flor de Bodegas”, un espacio en el que a través de sus redes sociales -principalmente Instagram, con casi 16.500 seguidores- y su propia web, la joven ofrece distintos tips y recomendaciones a mendocinos y turistas que quieran conocer sobre el mundo de las bodegas y el vino argentino.
Además de este servicio -que no tiene costo y está disponible en la web desinteresadamente para quien lo disponga-, Flor se dedica a asesorar de forma personalizada a visitantes que quieran llegar a Mendoza y planifica itinerarios en base a sus intereses y disponibilidad.
“Flor de Bodegas es el resultado de una combinación que me di cuenta que me gustaba mucho: el vino, viajar, y comunicar. Tuve la suerte de viajar mucho y también de conectarme con el mundo del vino una vez que terminé mi carrera. Las bodegas me abrieron las puertas y me pareció fascinante ese mundo. Luego me fui de viaje un tiempo, y cuando volví me pareció que había una falta de comunicación y una desinformación en torno al vino. Se había ubicado en un lugar tan lejano que a los mendocinos y argentinos nos parecía un lugar imposible. Mi objetivo era bastante claro: desestructurar al vino, hacerlo más amigable a todos y que la gente se animara a acercarse”, resume la joven en diálogo con Vía Mendoza. Y agrega que otra de sus metas fue la de potenciar emprendedores más pequeños y que encontraran en sus redes un canal para que ellos también pudieran comunicar.
“Me motiva mucho lo que hago. Por un lado, porque Mendoza es muy hermosa y porque me siento embajadora de mi provincia. Me lo tomo con gran responsabilidad; mi plan no es hacer por hacer, sino mostrar de la forma más genuina lo que estoy viviendo. Tengo un público que confía en lo que hago y la transparencia me parece fundamental”, destaca Flor, quien confiesa que antes ni siquiera le gustaba el vino, pero que descubrió un mundo fascinante al adentrarse a él.
Incluso, prefiere definirse a sí misma como “comunicadora del mundo del vino”, aunque no reniega del mote de influencer -o de winefluencer- con que se ha hecho popular.
-¿En qué plataformas está disponible “Flor de Bodegas” y cómo puede adentrarse la gente?
En Instagram estoy como @dibaflor y la web es www.flordebodegas.com . En los dos lugares encontrarán info gratuita sobre Mendoza y sobre cómo planear el viaje. Mi idea es ser una facilitadora para que viajar a Mendoza sea un éxito. Un ejemplo de esto es el Tinder Bodeguero, donde mostré mis perfect match para que la gente no pierda ni tiempo ni dinero.
-¿Es algo pensado de igual manera tanto para mendocinos como para turistas?
Sí. Comunico para turistas -nacionales y ahora empezaré con extranjeros, en otros idiomas- y para mendocinos que quieran sentirse turistas en Mendoza. La realidad es que la pandemia hizo que el mendocino conociera bodegas y eso fue extremadamente hermoso. ¡Ojalá las bodegas se acuerden de eso y nos dejen lugares para nosotros, pues les hicimos el aguante en el momento más difícil! Cuando digo nos dejen lugar, me refiero a que haya precios para mendocinos, para que la provincia no se convierta en exclusiva para extranjeros.
-¿Siempre te interesó el mundo del vino? ¿Cómo y cuándo fue tu aproximamiento a él?
Siempre me pareció un mundo fascinante, pero la realidad es que antes ni me gustaba el vino. Cuando comencé a trabajar en bodegas, ¡la cabeza y el paladar cambiaron muchísimo! Eso, más todo lo que se genera en torno a un vino -la situación, la gente, el momento-. Creo que el vino es eso, compartir con otros y con uno mismo. Llegar del trabajo cansado y descorchar una botella debería ser considerado un must en la vida de cualquier persona.
-¿Te definirías como una Winefluencer?
Siempre digo que soy comunicadora, pero bueno me dicen influencer y no reniego de eso. Siempre pensé en comunicar, ahora entiendo que mi voz tiene peso en mis seguidores y que puedo influenciarlos, así es que ‘Wine influencer’ me parece un buen rótulo. Es increíble cómo la gente confía en lo que sugiero. Me divierte, ¡pero también me genera una responsabilidad enorme!
No recomiendo nada que no haya probado y creo que es la única forma de recomendar algo. Siempre hablo desde mi experiencia. Yo soy bien de disfrute y mi novio más crítico y técnico, me acompaña mucho y me ayuda a la hora de asesorar para que lo que recomiende encaje con el perfil de la gente que me consulta.
-¿Qué fortalezas encontrás en las redes sociales para poder comunicar y “bajar” a la gente el mundo del vino y las bodegas, algo que suele ser concebido como algo elitista?
Las redes sociales me parecen un mundo extraordinario donde la comunicación es más fluida. Son muy facilitadoras para personas como yo, que quieren llegar al público para que se animen y no tengan miedo de involucrarse.
Las redes son mi trabajo (ademas del asesoramiento) y me divierten mucho. Las redes me acercaron a la gente y la gente es muy agradecida de ese acercamiento (¡y yo también!). Me encanta interactuar, que me den puntos de vista, que me digan que coinciden o que no coinciden. Yo agradezco mucho a todas las personas que me ayudaron a tener esta comunidad tan linda hoy por hoy. Influencers capos de Argentina confiaron en mi laburo y fueron de gran ayuda para que yo tenga hoy un poco más de autoridad para hablar de ciertos temas. Julieta Puente, Maru Botana, Damian Kuc, Dadatina, Eva Bargiela, entre otras personalidades a las que les voy a agradecer eternamente.
-¿Es realmente algo tan exclusivo el vino y su mundo? ¿O es más bien una idea instalada que, justamente, intentás desmitificar?
Es una pregunta un poco difícil de responder. El mundo del vino no es exclusivo, el tema es que la oferta y la demanda de experiencias lo ponen un poco en ese lugar. Yo creo qué hay tanta demanda en Mendoza que los lugares empiezan a aumentar sus precios, más ahora que comienzan a venir nuevamente turistas extranjeros.
Mendoza tiene servicios de lujo, bodegas de lujo, tenemos la mejor bodega del mundo (Piedra Infinita) por tercera vez consecutiva y eso nos posiciona en el mundo. Tenemos al Messi del vino (Alejandro Vigil) y eso nos eleva la industria. Tenemos también alojamientos con vistas que no encontrás en todos lados (por ejemplo Casa de Uco, Casa Naoki, The Vines). Tenemos una gastronomía que es una locura, ¡tenemos propuestas tremendas! Pero entiendo qué hay para todos los gustos. Quizás las bodegas con menú por pasos comiencen a ser más caras, pero no por eso no podés visitar y degustar en bodegas. Hay bodegas que tienen visitas gratuitas (Carmelo Patti, Lopez). ¡y hay alojamientos para todos los bolsillos! Y actividades para todos los bolsillos también. Creo que los comunicadores tenemos la misión y la responsabilidad de mostrar qué hay experiencias para todos, como en todo el mundo.
-Hace unos días se desató una discusión por una cata de vino en tetrabrick en un programa de televisión y que dejó bien en claro dos posturas: quienes se burlaron de la situación y quienes la aplaudieron. Si tuvieses que ubicarte en alguno de esos dos lugares, ¿dónde te ves representada?
¡Nunca me burlaría de ningún tipo de vino ni de quien lo comunica! El vino es vino, y justamente el tetrabrick es el vino más consumido en argentina (80% del consumo), es motor de nuestra industria más allá de que te guste o no. No concibo la idea de burlarme ni de estar en contra de una cata del vino que sea. Creo que eso (por las críticas) fue un poco más político en realidad. Yo celebro que la gente consuma vino -de manera responsable-, así sea en caja, en botella, en vaso o copa. Además, Fabricio Portelli (NdA: el catador que hizo la mencionada degustación y recomendación en un programa) hace muchos años comunica el vino en todas sus formas y le hace bien a la industria.
-El enourismo, ¿tiene que ser necesariamente algo caro? ¿Cómo ves a Mendoza en este rubro? ¿Hay bodegas a las que solo pueden acceder turistas extranjeros o se ha intentado masificar el alcance de la actividad?
Mendoza tiene opciones para todos y no necesariamente tiene que ser un turismo de lujo, ¡es como todo! No todo el mundo puede acceder a restaurantes con estrella Michelin, y acá no todos podemos dormir en hospedajes de lujos. Entiendo que quizás las bodegas deberían dejar lugar para el turista nacional, para que pueda seguir disfrutando. Y si así no fuera, hay opciones más económicas también para hacer en Mendoza.
Tips para disfrutar el Vino Argentino
-Para un turista que llega a Mendoza, ¿es importante tener un itinerario de antemano de las bodegas a visitar y las reservas hechas?
¡Es súper importante! Somos un destino muy buscado, un destino que a cualquier persona le gustaría visitar. Dejar poco para la improvisación y tener la mayoría reservado me parece importante para que no te pierdas de hacer las cosas que querés hacer. Pero hay mucho también en relación a las bodegas, por lo que si no hay disponibilidad en las más conocidas, tampoco pasa nada, ¡Mendoza es muy amplia! Buscar opciones siempre es mi sugerencia.
-Desde tu experiencia, ¿cuáles son las mejores bodegas de Mendoza y que recomendarías?
Es difícil elegir las mejores bodegas. A mi me gusta el disfrute de la experiencia, ¡por eso que tengo favoritas muy diferentes! Siempre sugiero hacer mix entre conocidas y más chiquitas y poco conocidas. Pero si tengo que elegir un top 5, sería:
- Michelini i Muffatto, para almorzar.
- Vigil, para almorzar o cenar.
- Pócima Wines, para picar algo y degustar.
- Alfa Crux, para almorzar.
- Bressia Wines, para degustar.