“La Taberna de Moe” fue el bar-kiosco que miles y miles de mendocinos usaron durante más de 20 años como punto de encuentro o de referencia. La semana pasada cerró sus puertas, y ya se siente la ausencia del tradicional espacio que sobresalía en calle Catamarca al 22 de la Ciuda de Mendoza.
El centro mendocino tiene eses lugarcitos que tienen un “no se qué o un qué se yo” y La Taberna era uno de esos lugares. Es que desde el año 2000, este bar fue el lugar que muchos usaron para el “after office” por la tarde para reunirse luego del trabajo, cuando no estaba tan de moda esta práctica.
También el plan favorito de aquellos que sabían que en ese lugar a algún conocido iban a encontrar o para seguir de fiesta una vez que cerró el boliche. También en los últimos años fue un centro de pago de facturas, por lo que de alguna forma u otra, si sos mendocino pasaste por ahí.
La pandemia tuvo mucho que ver con el cierre de las puertas de La Taberna, pero sobre todo la inseguridad y el ambiente que rodea el bar del microcentro de Mendoza, porque los dueños notaron un cambio respecto a otros años.
La pandemia y el ambiente del centro por las noches terminaron con La Taberna de Moe
“Decidimos cerrar porque ya no era lo mismo, ni la zona ni el movimiento. La zona de calle Catamarca e inmediaciones cambió mucho en los últimos años. El ambiente se puso difícil, conflictivo y hasta violento en esa zona de calle Catamarca”, explicó Ariel, dueño de La Taberna a Los Andes.
Y añadió: “La pandemia también incidió mucho. Porque cambió la forma de consumo en general y, una vez que pasó lo más fuerte, muchas cosas no volvieron a ser igual”.
“Estuvimos 22 años, pero el jueves pasado la cerramos definitivamente en calle Catamarca”, comentó Ariel.
El dueño del local destacó al medio que la decisión fue el resultado de la combinación de dos factores: lo complicada que se puso la zona en cuanto a seguridad durante los últimos años y las consecuencias de la pandemia y el inicio de la post pandemia.
Ariel abrió una nueva sucursal de “La Taberna” en la Arístides, casi Rodríguez y en un ambiente más propenso a la forma de consumo que está marcando esta especie de “nueva normalidad”.
Sin embargo, aclaró que el bar de calle Catamarca no cerró porque abrió el local de calle Arístides, sino por los argumentos que dio anteriormente.
