El 8 de febrero de 2001, al mediodía, el bebé de un año y medio caminó tras su hermano de 5 años por una calle tranquila del barrio de Buenos Vecinos, de Maipú. Fue la última caminata que su mamá recuerda.
Su hermanito dijo que estaba tirando piedras a la acequia y de pronto no lo vio más.
"Mi marido vendió al bebé y me amenazó para que no hablara", acusó Elizabeth, mamá de Brian, frente a las cámaras de TV. El padre de Brian, Andrés Irusta, se defendió con el argumento de que su mujer "está muy mal psicológicamente por la desaparición del nene". La pareja se encontraba divorciada.
Desde el Ministerio de Seguridad, poco tiempo después, le informaban a Elizabeth que ya habían agotado todas las pistas.
El 9 de febrero último, cuando se cumplieron 18 años de la desaparición, Elizabeth escribió en Facebook: "Te amo hijo. Jamás me olvido de ti, Brian (...) la gente me sigue preguntando (...) lucharé para que aparezcas Brian...".
Lo hizo con la esperanza de que las redes sean el vehículo justo para revelar alguna pista, instalar alguna duda o motivar algún contacto desde alguna parte del universo informático, ese nuevo mapamundi que habitamos.
Bran sería hoy un muchacho de 19 años. ¿Dónde está? Aún sigue siendo el misterio.