En el primer día de Cuarentena Obligatoria Total (COT), la ciudad se va transformado en un desierto de cemento y luces, quedando la tranquilidad, en estos tiempos de guerra contra el enemigo invisible, que el mendocino va tomando conciencia y entienden que la mejor prevención ante el avance del coronavirus es quedarse en casa.
Por la mañana las colas en supermercados fue algo tremendo si comprendemos el significado de la palabra prevención. Pero con las horas, y ya entrada la tarde, las calles quedaron vacías.
Hubo y habrá excepciones con aquellos que necesariamente tuvieron que ir a trabajar.
En algunos supermercados no quedó harina en las góndolas. En Plaza Independencia los puestos de artesanos ya no están.
Paralizaron las obras de ampliación del Museo de Arte Moderno de Mendoza. La Peatonal quedó muda, en silencio. Solo los agentes de seguridad transitan las calles, ante algún vecino que salió con una mascota que debía hacer sus necesidades.
"Ya todo está en calma. El musculo duerme. La ambición descansa", como dice el tango.