Una valiente mujer de Perdriel adoptó seis hermanitos que fueron separados de sus padres por denuncias de abuso, maltrato y abandono. Los tiene a su cargo desde noviembre y hoy se ha hecho insostenible la situación y pide ayuda a la sociedad mendocina para poder continuar con la tenencia de los menores.
Los padres no pueden estar cerca de sus hijos. La causa se tramita bajo el expediente número 5017/18/13. El papá, por su parte, tiene la prohibición de acceso y acercamiento a todos los menores, según consta en el expediente número 10612/19 por abuso sexual simple.
La mujer, de seudónimo Milena, es muy conocida en la zona porque tiene un comedor comunitario. Al principio, se hizo cargo con cinco de ellos y por último se quedó con una bena de cinco meses, a quien cuida desde que nació.
"Desde el mes de noviembre me hice cargo de seis niños. Su mamá en el año 2015 los quiso matar con gas. Ella rompió la orden de restricción hasta el 2018, año en que la escuela denuncia que la ve cerca de los chicos. Yo tenia un comedor, en frente de la casa de los nenes, ellos iban los sábados. Así tomé contacto con ellos. De ahí en más viene la Policía, saca a la mamá y entra la abuela materna", cuenta Milena a Mendoza Post, en referencia a la vivienda en la que vivían los chicos. Esa vivienda casi no tiene muebles, incluso, la madre había desocupado una habitación para improvisar un velorio para uno de sus hermanos que fue asesinado.
Respecto a la vida que llevaban los niños, cabe mencionar que en la escuela denunciaron que asistían en pésimo estado y "con un olor nauseabundo".
"Es una historia muy fuerte, triste, pero me encontré con niños que estaban en estado de abandono, estaban siendo maltratados y además ellos empiezan a contarme historias de las cuales tuve que denunciar como abuso y violación", continuó Milena con el desgarrador relato.
Milena pide a los organismos de minoridad que le den celeridad a su pedido de guarda de los chicos y ayuda para mantenerlos. "Hoy por hoy lo que necesito son pañales, leche, alimentos no perecederos. Yo no estoy cobrando salario, ni subsidio, no estoy cobrando absolutamente nada, estoy haciendo un trabajo del Estado, por el cual mi vida cambió por completo. Tuve que recurrir a Cáritas para que me ayude con colchones, camas, algún mueble para los niños, ropa, calzado, etc."
Milena ha manifestado haber sido amenazada, por tal motivo, ha solicitado el resguardo de los datos personales. "Yo he recibido amenazas de muerte por parte de los padres. El padre tiene 53 años y la madre 27. He pasado un montón de cosas que han repercutido en mi salud", cuenta.
Quienes quieran colaborar pueden comunicarse al 261-554-2315