La búsqueda del arquitecto marplatense Fernando Lario se reactivó en las últimas horas, tras casi 8 años de su desaparición, con el aporte de dos testigos de identidad reservada que informaron a los investigadores que los restos del hombre podrían estar dentro de un pozo molinero ubicado en la zona de la Ruta 88 camino a Batán.
La fiscal Andrea Gómez les tomó declaración a dos testigos que ubicaron un establecimiento rural donde estarían los restos del arquitecto. La representante del Ministerio Público Fiscal está al frente de la investigación tras dos cambios de fiscales desde 2012 hasta la actualidad.
Según informó el sitio Qué Digital, el abogado de la familia Lario, Julio Razona, confirmó los avances en la causa y dio a conocer que la búsqueda se centra en un pozo molinero de unos 18 metros de profundidad y 1.20 de diámetro.
“Un testigo ha dado información sobre el ocultamiento del cuerpo que estaría dentro de una heladera”, expuso el abogado de la familia.
Se presume que se realice una excavación paralela al pozo para preservar el lugar donde podrían estar los restos del hombre, cuyo paradero se desconoce desde el 7 de julio de 2012.
En noviembre de 2017, a más de cinco años de la desaparición de Lario, el caso avanzó con nuevas pistas recolectadas y los investigadores -en ese entonces encabezados por el fiscal Fernando Castro- centraron la hipótesis en un posible homicidio en ocasión de robo, lo que motivó el cambio de calificación de la causa que hasta el momento se mantenía como averiguación de paradero.
La última persona que vio a Fernando Lario, fue quien fuera su pareja en ese entonces, Carmen, quien lo llevó a su auto al complejo de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp) donde se desarrollaban elecciones del claustro docente y horas más tardes recibió su último mensaje: "Los libros son para vos, los discos son para F… (su hijo). Hacé que esto se cumpla por favor. Perdón por todo, te quiero mucho. La vida es una mierda".
Después de la hora de recepción del mensaje, las cámaras de seguridad de la Unmdp registraron a Fernando Lario minutos después mientras caminaba dentro del edificio. Subió a la sala de profesores, bajó dos pisos por las escaleras y se dirigió hacia el pasillo que conecta Arquitectura con la Facultad de Humanidades. Justo ese día una de las cámaras dejó de funcionar. "Desde entonces no se lo ve más a mi hermano", relató su hermana Laura tiempo después. No tenía auto y su moto estaba en arreglo. Al día siguiente, una joven encontró el morral del arquitecto en Los Acantilados.
El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires dispuso desde 2017 una recompensa por datos que logren ubicar el paradero de Lario, esa también se presume que pudo ser una motivación para los nuevos testigos que se presentaron ante la fiscal.