Tras el femicidio ocurrido el pasado miércoles 6 en La Plata, la justicia continúa investigando lo sucedido. La víctima, identificada como Jazmín Morena D’Alessandro, fue arrojada de un edificio en construcción tras haber tenido una discusión con su novio, Daniel Alberto Sasiain. El supuesto agresor fue detenido minutos después de los hechos.
En ese momento, cuatro jóvenes cercanos a la adolescente de 15 años presenciaron lo ocurrido y le comentaron a los voceros: “El agresor comenzó una discusión con la joven a raíz de una supuesta infidelidad”, y añadieron que “La discusión pasó a mayores y lograron ver cómo él mismo (el novio) la golpeó para después empujarla desde el balcón”.
Resultados de la autopsia de la adolescente
Los médicos forenses indicaron que la víctima sufrió un “traumatismo craneoencefálico compatible con una caída desde altura”, según logró acceder La Nación. Debido a esto “provocó la ruptura de los vasos sanguíneos del cerebro y de manera posterior e inmediata se produjo la muerte”.
Por otro lado, señalaron que no tenía “marcas ni lesiones en el área genital”. Pero los resultados preliminares arrojaron que “tenía lesiones contusas en la cabeza y que no presentaba marcas en el resto del cuerpo”.
La declaración de una vecina sobre los hechos
Tras el episodio que conmocionó a La Plata, una vecina comentó a medios locales lo que había escuchado desde su vivienda: “A las 10 de la noche se escucharon un par de voces y un golpe muy fuerte junto a un ruido de chapas, con muchas chicas gritando, que decían que había un accidente, que la habían empujado”, afirmó.
Y continuó: “Siempre hay quilombo acá, en la (calle) 44 y yo no quería salir. Nadie se hizo cargo del peligro de esa obra que está parada. Está todo muy abandonado, las escaleras están detonadas, las chapas están todas caídas y se han hecho muchas denuncias”.
Asimismo, en el momento que ocurrió el accidente afirmó que “ni atiné a salir. Salí a la hora y ya quedaban solo un par de patrulleros. No quise salir porque, la verdad, me pone mal la situación. Con mi abuela nos hemos desvivido llamando a la Policía, tratando de arreglar nosotras el agujero que hay acá en la obra. Es un desgaste muy grande. Era obvio que algo iba a suceder”.
En esa misma línea añadió que ella se encargó de avisar a las autoridades que en la construcción se metía gente a tirar piedras y que esto representaba un riesgo para quienes estaban ahí y para los demás. “Lo único que pensaba es que alguien se iba a suicidar ahí porque es muy alto (el edificio) y hay un agujero muy profundo”, detalló.
Finalmente, la vecina afirmó que no sabe quienes eran los adolescente que acompañaban a Jazmín y que pedían ayuda. “Yo no los conozco. Vivo acá desde siempre y siempre entraron menores de edad. Vienen a romper todo y tirar cosas”, indicó, y añadió que no hay vigilancia en la construcción ni seguridad.