Ariana Díaz Chávez, una mujer trans de 42 años, fue encontrada muerta en su departamento el 15 de diciembre pasado. Ahora, tras analizar más de 100 horas de grabaciones de cámaras de seguridad, se identifió a un sospechoso, quien finalmente se quebró y confesó el crimen. Se trata de Edgar David Ramírez Vera, de 19 años.
Ramírez Vera quedó grabado tanto durante el ingreso como en la salida del departamento de Chávez. Cuando se retiró, cuatro horas más tarde, tenía otra ropa y una valija. El celular de la víctima también fue clave en la investigación, ya que estaba en poder del sospechoso, quien se lo había robado a la víctima. Cuando lo rastrearon, el aparato se encontraba en un domicilio que no tenía vinculación con el crimen: Vera lo habría entregado como parte de pago.
Sumado a esto hubo escuchas telefónicas por las que el fiscal Martín Almirón, de la UFI N° 8, pidió la detención al Juzgado de Garantías N° 1 de La Plata.
El juez Federico Atencio dio el visto bueno para avanzar en el operativo y, así, el principal sospechoso fue detenido en un allanamiento en una casa del barrio Altos de San Lorenzo. En el procedimiento, la policía incautó la remera, el pantalón y el par de zapatillas que el hombre usaba al momento del crimen. Asimismo, secuestraron un celular y un cargador.
Al momento de la detención, el acusado se quebró en llanto y pidió perdón a sus padres, uno de los cuales se descompensó al enterarse de lo sucedido y debió ser asistido. Por el momento, el joven fue imputado por “homicidio” y este viernes será indagado en la sede de la UFI N° 8.
Por qué se habla de “crimen de odio”
Ariana se dedicaba al trabajo sexual en su departamento, porque consideraba que sería mucho más seguro. Sin embargo, fue allí donde encontró la muerte. Una de sus amigas la encontró con un cinturón en el cuello y manchas de sangre a su alrededor. Hacía tres días que la víctima no respondía los mensajes ni llamadas.
Desde el colectivo, coinciden en que se trató de un “crimen de odio” y exigen que el travesticidio no quede impune. “Fue duro enterarse de la noticia. Tenemos mucha bronca y tristeza, porque esta era una muerte evitable. Al igual que en otros casos, el Estado es responsable”, dijo a TN Giovanna, otra mujer trans activista por los derechos LBTBQ+. Y aseguró: “Las personas trans sufrimos discriminación y marginalización. Muchas no tenemos una vivienda y nadie nos garantiza una vida digna”.
Tras confirmarse su asesinato, la Asamblea de Autoconvocades organizó una marcha de protesta por la ciudad de La Plata para visibilizar el caso. Se congregaron en la sede del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, en diagonal 80 y 117, bajo el lema “Si no hay justicia, hay venganza. Si no se garantizan los derechos, hay reclamos”.
Allí fueron recibidas por Sofía Moglia, directora Unidad de coordinación de Políticas Transversales; Lorena Medel, directora de Proyección y Promoción de derechos en Trabajo, Salud y Educación; y Nicolás Abratte, de la Dirección de Programas Especiales.
En la oportunidad, presentaron un pliego de demandas específicas para la comunidad trans travesti no binarie. Este describe la falta de políticas públicas por parte del Estado Provincial y sus funcionarios. Las autoridades se pusieron a disposición para comenzar a trabajar sobre las demandas. “Si bien dialogamos con una parte de este Ministerio, consideramos que tenemos que seguir encontrándonos en las calles para reclamar que el estado es responsable”, dijeron. Además, frente al departamento donde Ariana fue asesinada, las manifestantes se abrazaron en señal de lucha y en busca de justicia.