Laura Alonso, profesora de Filosofía en nivel primario del Colegio Lincoln, piensa que la infancia mueve montañas, y como no pensarlo si gracias a ese grupo de chicos, que conmovió a docentes, padres y veterinarios hubiese sido "imposible" reunir tantas voluntades.
"¿Cómo decirle que no a un niño? Es de ellos el mérito de haber logrado que se sumara toda la escuela, desde la Primaria a la Secundaria". De ellos y las familias que pudieron recaudar los 20.000 pesos necesarios para comprar 950 kilogramos, "aunque nada más alcance para cuatro días de alimentos, porque los animales de Titucha son 600 y consumen, en total, unos 250 kilogramos por día", advirtió la profesora de Filosofía.
Durante el último mes en el mástil del patio del colegio flameó una bandera color fucsia y con la leyenda "No al maltrato animal. Ley 14.346", confeccionada por los alumnos y sus familias, que desde ahora ondeará en Titucha.
Para Alonso, el proyecto es una puerta de inicio a propuestas futuras, convencida como está de que la Filosofía -sobre todo en la infancia- debe trabajar sobre problemáticas actuales: “No tiene sentido plantear temáticas de la Antigüedad a nenes de 10 años. ¿Qué pasa con la sociedad en la que vivimos? Esas son las preguntas a las que debemos intentar responder, poniendo la materia al servicio de los temas que nos atraviesan hoy en día”.
Porque filosofar también es eso: interrogarse sobre el maltrato animal. Decirle que no. Y hacer de esa causa una amplia y solidaria bandera.