Transcurrido un mes desde la entrada en vigencia del DNU que estableció el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país, el contador Guillermo Sapag analizó para Vía Jujuy el impacto que esa medida provocó en la economía local, partiendo de un rápido repaso de los contextos internacional y nacional, e incluso tomando partido en "la nueva grieta" mundial que enfrenta salud con economía, para llegar a la conclusión de que la condición "estadodependiente" que caracteriza a la economía de Jujuy resultará factor determinante para morigerar los efectos de la paralización de la actividad económica.
Si la coyuntura no era alentadora a nivel país -dice Sapag- "por la deuda pública y el aumento importantísimo que dejó la gestión de (Mauricio) Macri, que duplicó la deuda externa en cuatro años", como también en la provincia por "un aumento muy, muy importante en términos de deuda provincial y fundamentalmente porque la mayoría de esa deuda está expresada en moneda extranjera", el panorama se agudizó con la pandemia de Covid-19.
Lo súbito de la irrupción de la enfermedad hizo que la política en todas partes del planeta debiera optar entre la economía y la salud -dice el analista-, y en vista de lo que "opinamos nosotros los argentinos y lo que está opinando el mundo sobre la actuación de Argentina, hemos tomado el mejor camino, que es priorizar la vida".
En ese punto, Sapag interpretó que "en esta famosa 'grieta' de la que habla el mundo, están la salud o la economía, el Estado o el mercado, la solidaridad o el 'sálvese quien pueda', y en ese sentido podemos tener la certeza que tanto Nación como Provincia han actuado en consecuencia" por cuanto si bien "una muerte ya es un dolor muy grande para la sociedad y fundamentalmente para la familia que lo sufre", poniendo la situación "en números, que también es complejo hablar de esto, en comparación con los demás países, inclusive con nuestra frontera, nuestro trabajo ha sido muy importante", valoró.
El entrevistado es docente de la cátedra de Economía de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu), fue candidato a legislador nacional en las PASO del año pasado y forma parte del Movimiento de Integración Jujeño, espacio creado en noviembre de 2019.
Llevando sus disquisiciones hacia el terreno eminentemente económico, sostuvo que el panorama "es un problema en el mundo", tanto que "se estima que el PBI del mundo va a caer entre un cinco y un siete por ciento, según la zona. Y por supuesto, Argentina y Jujuy no están ajenos a esto porque evidentemente hay una caída importante de la economía tanto nacional como provincial".
A 30 días del DNU del presidente Fernández, las economías regionales -dijo Sapag- acusan un "impacto negativo importante", configurándose un escenario en el que entre las actividades "menos afectadas" están "la agricultura, la ganadería, la caza, la silvicultura, la pesca", y otras "medianamente afectadas", como "la minería, la industria manufacturera, la electricidad, gas y agua, la construcción, la inmobiliaria, todos los servicios empresariales y de alquileres, los servicios sociales y personales".
En un tercer escalón anotó al comercio mayorista y minorista como "los más afectados", debido a que tienen directa relación "con otros bienes son no son dirigidos hacia la alimentación", como "la reparación de bienes y toda actividad que tenga que ver con esto", como también "es una situación muy complicada para el turismo, los hoteles, restaurantes, el transporte y los servicios generales. Estas son las actividades más complicadas", subrayó.
En tanto, casi en las antípodas situó a las producciones relacionadas con el rubro alimentos "porque medianamente, sin llegar a los valores normales de la actividad, el alimento tuvo movimiento, no sufrió prácticamente esta cuarentena", aseveró.
De Jujuy dijo que presenta una "característica" por la que "se diferencia del grueso del país y que es una economía prácticamente estadodependiente, donde ante una caída abrupta del PBI de la Nación, el producto bruto geográfico (PBG) de la provincia tiene una caída más lenta".
"También ocurre lo contrario -acotó- cuando hay un incremento del PBI nacional: el PBG de la provincia aumenta en menor escala que la Nación".
Dada entonces aquella característica, "podemos decir que si vemos que el Estado cumple con sus obligaciones salariales y las demás que tienen que ver fundamentalmente con esto, probablemente la caída no sea tan alta", lo que se refuerza con aquello de que "en términos de agricultura, ganadería y todo lo que tiene que ver con la materia prima, con la actividad primaria, no está tan afectado, porque esa producción en alguna medida sigue moviéndose".
Volviendo a la esfera nacional, Sapag opinó que "producto de una medida por la que fundamentalmente se optó por la vida, por la salud, es probable que nuestra economía tenga un repunte más pronto que cualquier otro país" y explicó su optimismo comparando que "con realidades como las que estamos viendo hoy en Italia, España, Estados Unidos, el mismo Brasil, donde se habla ya de miles y miles de fallecidos, con mucho contagio, va a ser muy difícil la recuperación para esos países que han mirado a la economía como salvación y se han dado con este resultado" de -por ejemplo- "veintidós, veintitrés millones de desocupados en Estados Unidos, más de cuarenta mil fallecidos. Va a ser una situación muy complicada", reafirmó.
Finalmente, desde el punto de vista técnico "creemos que no va a ser fácil para nadie, más en nuestra situación como país y provincia sumamente endeudados", un cuadro en el que "no sólo estamos pendientes de lo que puede provocar en términos económicos esta pandemia, sino también de un acuerdo con los acreedores tanto de la Nación como de la Provincia que sea posible de acomodar", esto es "aplazar en el tiempo nuestra deuda, y también con alguna condición de quita tanto en capitales como intereses", concluyó.