"La intención es generar escuelas seguras. Las tenemos que tener en las condiciones adecuadas y todavía ello no estaba dado", dijo el coordinador del Comité Operativo de Emergencia (COE), Omar Gutiérrez, al argumentar a favor de la decisión del Gobierno provincial de suspender por dos semanas las clases en el territorio jujeño a causa de la amenaza del coronavirus, como se fundamenta en el decreto acuerdo 696 del Poder Ejecutivo.
Gutiérrez sostuvo que es una "decisión transitoria" para que en todas las escuelas haya "disponibilidad de agua y jabón o alcohol en gel", además de que se está capacitando a los docentes para que "sepan cómo desenvolverse en adelante por la seguridad de todos".
Agregó el funcionario que transcurridas las dos semanas "se reevaluará si las condiciones de seguridad están dadas y, si la situación epidemiológica no implica riesgos, se volverá a clases".
Raquel Yuste, directora del colegio Sagrado Corazón, de la ciudad de Palpalá, donde se generó días atrás falsos rumores de un supuesto caso de coronavirus, opinó que la suspensión de clases fue una medida "acertada" que "se tomó para calmar las aguas", pero opinó que no se hizo de forma correcta.
"Si se suspendía las clases, lo tendrían que haber hecho el mismo día del anuncio, el jueves", planteó la docente, y señaló que el viernes, que era la jornada destinada a dar indicaciones a los alumnos sobre la implementación, entre otros, de aulas virtuales y grupos de WhatsApp, ya hubo "aulas vacías".
Apuntó también Yuste que "recién después de diagramar las dinámicas de trabajo llegó la notificación de cómo se debía actuar", mientras ya había consultas y consultas por parte de padres y alumnos de los distintos niveles con que cuenta la institución.
Mientras tanto, desde la zona el norte de la provincia, el director del Polimodal 8 "Juana Azurduy" de Humahuaca, Luis Vega, opinó también que la medida es "oportuna y puede contribuir a la prevención".